domingo, 31 de octubre de 2010

Miradas‏

"La calma absoluta no es la ley del océano, lo mismo ocurre en el océano de la vida."
"El mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar…
Pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar."
"Esperar duele. Olvidar duele.
y pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio."
"Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante de un desafío,
"Coraje. Comenzando la jornada con esta palabra,
y siguiendo con la fe en Dios, llegarás hasta donde necesitas."
"La posibilidad de realizar un sueño, es lo que hace que la vida sea interesante."
"El sabio es sabio porque ama. El loco es loco porque piensa que puede entender el amor."
"Cuando alguien desea algo, debe saber que corre riesgos, y por eso la vida vale la pena."
"Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas, y no te dejes paralizar por tus propias críticas."
"Las personas cambian, cuando se dan cuenta, del potencial que tienen para cambiar las cosas."
"Todos los días, Dios nos da junto con el sol, un momento, en el que es posible cambiar lo que nos hace infelices."
"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos."
"El tiempo del miedo se acabó, ahora comienza el tiempo de la esperanza."
"Valentía, no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de seguir adelante a pesar del miedo."
"Lo que ahoga a alguien no es caerse al río, sino mantenerse sumergido en él."
"Dios es el mismo, aunque tenga mil nombres; pero tienes que escoger uno para llamarlo."
"Nadie logra mentir, nadie logra ocultar nada, cuando mira directo a los ojos."
"Sabio es aquel hombre que consigue cambiar de dirección, cuando se ve forzado a ello."
"La fe es una conquista difícil, que exige combates diarios para mantenerla."
"Cuántas cosas perdemos por miedo a perder."
"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: ¡El miedo a fracasar!"
Paulo Coelho

La función del sufrimiento‏

El camino más corto para superar el sufrimiento es comprender su sentido y su función.

Más allá del sentido espiritual, el sufrimiento tiene una función moral y realiza una profunda purificación en nosotros.

La causa del sufrimiento del ser humano se encuentra en él mismo, y en principio deriva de su resistencia a transformarse. Por otro lado, hace milenios Buda reveló que el sufrimiento es producto del deseo.

Nosotros lo generamos al querer cosas, al involucrarnos emocional y mentalmente con algo o con alguien . Las personas, por estar muy centradas en sí mismas, poco se interesan por la evolución del universo en que se encuentran. El sufrimiento proviene de ese desinterés y de ignorar que todo es estimulado por la única vida. Sin embargo, podemos cambiar esa situación si canalizamos nuestros deseos hacia objetivos cada vez más amplios y elevados.

Si el sufrimiento es de naturaleza moral construye y fortalece el carácter, nos impulsa a que dejemos de ser tibios en nuestros sentimientos. Todos los que ya han formado el carácter lo hicieron viviendo diferentes graduaciones de ese tipo de sufrimiento, pues durante las pruebas que nos presenta tenemos posibilidad de hacer opciones importantes para el camino espiritual.

Si el sufrimiento es de naturaleza física casi siempre nos quiere mostrar, a través del propio cuerpo, lo que debemos cambiar en nuestra manera de ser. Este tipo de sufrimiento, como también los otros, es siempre proporcional a la capacidad que tenemos para soportarlo; y en algunos casos, agregamos lamentaciones y rechazo a las pruebas que nos presenta. Con estos agregados el sufrimiento se puede volver excesivamente pesado por eso algunas personas sucumben ante él.

Necesitamos considerar el sufrimiento como oportunidad de sanar viejos desequilibrios causados por nosotros mismos, y debemos abandonar la idea errónea de que él viene para castigarnos. En realidad, lo que el sufrimiento proporciona es purificación. Si lo aceptamos inteligentemente, permitimos que la energía de nuestro ser interior remueva lo que le impide expresarse. Esa actitud positiva puede fortalecerse cuando agradecemos lo que el sufrimiento realiza en nosotros, cuando reconocemos lo que la vida, con sabiduría, nos ofrece a través de él.

De la Serie Síntesis de Charlas de Trigueirinho

Pensamientos para vivr sin enojo-sabiduría oriental para mejorar el mal genio‏

En nuestra vida cotidiana a menudo nos encontramos con algunas personas que tienen poco temperamento y que por su mal carácter parecen estar al borde de explotar en cualquier momento. Algunas personas, en cambio, son muy amables y suaves, tolerantes y gentiles, y poseen una actitud de humildad ante la vida.
Algunas personas podrían decir que la risa, el enojo, la tristeza, y la felicidad son la forma que tienen las personas de vivir, pero controlar las emociones y en especial la cólera es esencial para mantener una buena salud. Es cierto que en este agitado mundo la vida se desarrolla entre toda clase de conflictos, ¿quién no se ha encontrado alguna vez con una situación que lo haya hecho enojar? Aunque esto parezca bastante normal, la cólera es perjudicial para el espíritu y, por ende, para la salud.
La gente en la antigua China decía, "Siendo tolerante, ganas paz y tranquilidad y siendo humilde, alcanzas un nuevo horizonte". Si uno tiene un noble carácter, puede tolerar y no discutir incluso cuando hay un malentendido, de este modo nos ahorremos muchos conflictos y preocupaciones, disfrutando de una vida más libre y sin confusiones.
Confucio dijo "La falta de tolerancia por pequeñas molestias arruina grandes proyectos". Sima Qian dijo, "Un poco de impaciencia daña una gran estrategia" y entre la gente china se dice, "La tolerancia puede traer muchas bendiciones, y la armonía puede causar enorme buena suerte". "Siendo perseverante uno puede vencer cualquier dificultad y siendo tolerante se puede conseguir la armonía suprema". Una conocida expresión de la "Canción de Cien Tolerancias", escrita por Zhang Gongyi durante la Dinastía Tang, dice, "Una persona compasiva tolera lo que la gente común encuentra difícil de tolerar. Una persona sabia tolera lo que la gente común no puede tolerar. Tolerar las dificultades siendo perseverante produce ganancias. Tolerar la soledad sin ser libidinoso atrae salud".
Lin Zexu (1785- 1850), gobernador de las provincias de Guangdong y Guangxi durante la Dinastía Qing tenía un gran letrero colgado en la pared de su gran vestíbulo que decía, "Controla la ira". Un día, irritado por un asunto comercial que estaba manejando, no pudo controlar su ira y estrelló una taza de té contra el suelo. Cuando miró el cartel "Controla la ira" entendió que se había equivocado otra vez y cuando su sirviente estaba limpiando su desastre, lo detuvo y él mismo lo limpió para reflejar su arrepentimiento.
En la vida cotidiana, si uno pierde su temperamento fácilmente cuando trata con la gente, es una indicación de falta de autocontrol. Una persona que tiene mal genio debería aprender de Lin Zexu para mejorar el autocontrol, mirarse a sí mismo para reconocer sus errores, prestar atención a "controlar la ira", ser pacífico, y utilizar la razón para convencer a los demás. Nunca hay que ser indulgente con el enojo, esto daña tanto a los otros como a uno mismo.
La medicina china antigua profundizó sobre el origen de la ira y su impacto en el cuerpo humano. Sus descubrimientos encontraron que la ira proviene de la frustración, que la ira y la frustración son gemelas. La frustración conduce a la explosión del enojo. Aquella ira "consumirá el vigor", causará "altas temperaturas en el hígado", y finalmente lastimará el hígado, todos estos son principios bien conocidos para el común de los chinos.
Son muchos los ejemplos de la vida diaria de personas muriendo de rabia y enojo por una situación que no pueden soportar. En la antigua China no era cuestión menor y se reflexionaba mucho acerca de cómo sobrellevar este sentimiento. Hay un viejo refrán que dice, "Tal vez un plato hondo de arroz no puede llenar el estómago de alguien, pero no poder demostrar su punto de vista puede hacerlo explotar y morir".
Al respecto, en China hay una historia muy conocida, durante la época de los Tres Reinos. Zhou Yu (175 - 210) era un gran general que quería vencer en todo a otro general, Zhuge Liang; siempre buscaba la oportunidad para derrotarlo en todo, y hasta incluso asesinarlo, pero Zhuge Liang siempre estaba un paso delante de él. Un día, organizaron una batalla de ingenio donde Zhou Yu terminó vencido con una gran humillación, en ese momento expresó una rabia tan grande y dio tantos gritos de desesperación que vomitó sangre y murió debido a su frustración.
La ira de mucha gente viene de la avaricia, de la envidia y del egoísmo, hay peleas entre vecinos, colegas, familiares o incluso entre extraños en la calle pugnando por una diminuta pérdida o ganancia. Si uno puede tratar la reputación y la imagen personal ligeramente, entonces el enojo de uno naturalmente se reducirá y uno ya no explotará por una diminuta pérdida o ganancia.
En el devenir de la vida siempre encontraremos muchas cosas irritantes. Pero si podemos girar nuestra mentalidad enojada a una más despreocupada, entonces podremos convertir la ira en armonía, y alcanzar un alto nivel de conciencia. En la antigua China se ponía énfasis en practicar la tolerancia, porque una persona sabia no permitiría a la ira o al odio dominar su vida.
No se enoje con la persona que lo ha dañado, ya que quizás colaboró en templar su voluntad. Esté agradecido de la persona que lo ha recriminado, ya que le ha enseñado a resistir. El buen ánimo modifica el entorno y rompe las barreras entre la gente; cuando uno enfrenta un insulto con una cálida sonrisa y responde con una voz calmada, naturalmente emergerá la sabiduría para mejorar el mal genio. Desconozco el autor