Conociendo las causas y también las formas de resolución, en relación
al sobrepeso, tal vez encontremos herramientas útiles que puedan
ayudarnos tanto a prevenir como a resolver esta problemática.
Causas
Comer más de lo que se necesita
¿Porqué una persona come más de lo que necesita?
En este sentido hay dos aspectos a tener en cuenta. Por un lado el aspecto emocional y por otro el puramente químico.
En relación a lo emocional es importante tener en cuenta lo que la
comida significa para el ser humano. Después de la respiración, el
alimento es el primer vínculo con la vida.
La comida es el amor, tanto la madre como el padre se ocupan de
alimentar al bebé y al niño. Cuando el bebé llora o está molesto se le
da de mamar o bien la mamadera o luego el caramelito, el chupetín o la
galletita. De manera que vivimos al alimento como una forma de
protección, de amor. La leche materna tiene 6 componentes:
carbohidratos, vitaminas, minerales, proteínas, grasas y agua. La
proporción entre carbohidratos a proteínas y grasas es de 8 a 1, por lo
tanto la necesidad de carbohidratos es muy fuerte en la vida un ser
humano.
De ahí que cuando nos sentimos tristes, deprimidos, melancólicos
buscamos el dulce o el pan o el alcohol, todas formas de carbohidratos.
En relación al aspecto químico es necesario comprender que cuando la
química de la sangre no está suficientemente nutrida, cuando faltan
algunos de estos componentes mencionados anteriormente, se produce
ansiedad.
Por ejemplo si el organismo no tiene la suficiente cantidad de
grasas, la persona se pone ansiosa y busca para compensarse consumir más
azúcares o cafeína para energizarse.
Falta de oxígeno y desequilibrio entre las grasas y los carbohidratos
El organismo para funcionar bien necesita de 3 componentes en la misma proporción: oxígeno, glucosa y grasa.
Si no hay suficiente cantidad de oxígeno, cosa que hoy es habitual en
la mayoría de las personas, que no están en contacto con la naturaleza,
que no hacen una adecuada actividad física, que no consumen alimentos
vivos y consumen alimentos industrializados, procesados, el organismo se
descompensa por esta falta de oxígeno y busca equilibrarse
consumiendo carbohidratos de combustión rápida (galletitas, panes,
postres, golosinas, bebidas cola, alcohol y grasas saturadas, es decir:
queso, manteca, leche, carne, pollo, embutidos).
Exceso de adrenalina y falta de serotonina
El cerebro emite unas sustancias llamadas neuro-hormonas que regulan
las conductas emocionales. Una de ellas es la adrenalina, que está
relacionada con estados de ansiedad y se la llama la hormona del estrés.
Otra de ellas es la serotonina que tiene que ver con estados de
bienestar y es la que le falta a las personas que tienen depresión.
Cuando hay ansiedad hay adrenalina y al haber mucho de ésta, ocurre que la serotonina disponible es menor.
La serotonina se segrega más de mañana y su presencia comienza a
declinar como a las 5 de la tarde. Por eso a partir de esa hora y sobre
todo a la tardecita y noche es el momento donde la necesidad de dulces,
alcohol, chocolate es mayor.
Porque al no haber suficiente serotonina se busca en esos alimentos.
Cuando hay mucha adrenalina se busca disminuirla con carbohidratos y
grasas.
Falta de orden en relación a respetar las comidas
Es común que las personas con sobrepeso no respeten las 4 comidas
diarias. Desayunan con mate o café y galletitas, almuerzan una ensalada y
yogur, a la tarde un café con medialuna o alfajor y luego a la noche
comen en exceso.
Esta forma de comer genera desequilibrio, el organismo pierde
vitalidad, el hígado se carga, el riñón se desestabiliza, lo mismo el
sistema circulatorio y nervioso, por lo tanto el cuerpo sigue pidiendo
alimentos para compensarse.
Comer de esta manera genera hipo e hiperglucemia. La glucosa de la
sangre se desestabiliza. Ocurre como con el fuego de un pajar, se
enciende rápidamente y se apaga rápidamente también. Si se consume, por
ejemplo galletitas, la glucosa sube rápidamente y al instante baja
rápidamente. En esa baja de glucosa, el cuerpo sigue pidiendo más
galletitas aún.
Exceso en el consumo de líquidos, exceso de agua
Como no hay oxígeno suficiente, por un lado porque los alimentos
carecen de él y por otro porque no hay suficiente movimiento físico y
actividad al aire libre, se busca compensar consumiendo líquidos. Se
tiene sed permanente por esta falta de oxígeno y también porque el
hígado y el estómago están sobrecargados por el exceso de comida y por
tanto consumo de carbohidratos, grasas y químicos.
El agua en exceso exige al riñón y el sistema circulatorio se
debilita. Se consumen bebidas cola que contienen cafeína y azúcares o
aspartame, por lo que el sistema nervioso se desestabiliza.
Disruptores endócrinos, consumo de químicos
Cada año aparecen cantidades de químicos nuevos, Hoy existen los
llamados disruptores endócrinos que son los que desestabilizan todo el
sistema hormonal. Los alimentos contienen estrógenos como conservantes y
químicos que generan sobrepeso. Muchos alimentos como los de repostería y galletitas contienen químicos que impulsan a comer y comer. Es sabido que muchas galletitas y golosinas, contienen elementos químicos que hacen que uno no pare hasta terminar el paquete.
Alcalinidad de la sangre
La sangre de un ser humano tiene que ser alcalina, de un PH 7,4.
Cuando no hay un buen equilibrio entre el oxígeno, los azúcares y las
grasas, la sangre se acidifica.
El sobrepeso es el producto de una sangre acidificada. Cuando se
consumen en exceso alimentos acidificantes: cafeína, azúcares, químicos,
leche y sus derivados, harinas, repostería y mucha carne, embutidos,
pollo y huevos de criadero, alcohol, las células del cuerpo se
debilitan, les falta oxígeno y éste es el origen de todas las
enfermedades, físicas y psicológicas.
Falta de actividad física
La vida sedentaria es sin duda uno de los principales motivos de sobrepeso.
Cuando hay actividad física no hay sobrepeso.
El movimiento, la buena respiración, alcalinizan, descargan todas las funciones corporales y queman calorías.
Formas De Resolución
Aprender a comer y a organizar una comida equilibrada
Se trata de incorporar cereales integrales (arroz integral, cebada
quínoa, maíz, trigo, etc), que generan una combustión lenta de azúcar en
la sangre y por lo tanto dan más energía.
También grasas de buena calidad como aceites de 1° presión alcalinos
como el de maíz, queso de cabra en lugar de vaca, que es más alcalino,
legumbres que aportan proteínas y serotonina (soja, garbanzos, aduki,
lentejas), tés de hierbas y té rojo, verde, blanco, bancha.
Verduras de todo tipo y frutas con bajo contenido en azúcar, como
duraznos, manzanas, peras, sandías, damascos, frutos del bosque.
Poder realizar 4 comidas, o tal vez cinco, que nutran, sean ricas, que satisfagan y sean saludables.
Contar con los nutrientes necesarios para estar satisfecho tranquilo y no buscar o anhelar aquello que sobrecarga.
Realizar caminatas diariamente o la mayor cantidad de veces posible
al aire libre, cerca de espacios arbolados para tener el oxígeno
necesario.
Vivir sin esfuerzo, sin lucha, sin dietas
Cuando nos descubrimos con unos pocos o muchos kilos de más, lo
primero que surge es el deseo de vernos diferentes, rechazamos esos
kilos, nos enojamos con nosotros, buscamos dietas, luchamos o
pretendemos controlar la pulsión a comer.
El deseo de cambio es producto del rechazo, de lo que hoy se expresa
en nuestro cuerpo, y al rechazar, lo que hacemos es darle más fuerza a
lo que sucede.
Si hay una liberación de las causas profundas que nos llevan a tener
sobrepeso, esto ocurre cuando no buscamos cambiar, sino comprender
vivencialmente las causas subyacentes de esos kilos.
Esa comprensión, que nos libera y transforma, se da cuando desarrollamos un estado de atención y observación amorosa, dando lugar a un darse cuenta de las causas profundas del sobrepeso dejándolas fluir, es decir sin rechazarlas.
Al no haber rechazo de lo que es, de lo que ocurre en uno, al mirarse
uno con afecto, amor, comprensión, se genera el final de una forma de
funcionar, que dio lugar al desorden en la manera de alimentarnos.
Conclusión
Si hay una actitud de cuidado, si se es consciente de la importancia
de poner amor, afecto en uno mismo, el cómo es fácil, se le encuentra la
manera.
Si comprendo las causas y veo la manera de resolver, ¿qué más es
necesario? Solo saber que la salud está en las propias manos, de esta
forma uno comienza a hacerse cargo y a madurar.
Liliana Racauchi - José Bidart