domingo, 29 de septiembre de 2013

TODO EMPIEZA EN NUESTRA CONCIENCIA TODO SE PUEDE CURAR

- Martin Brofman
Cada síntoma tiene asociada una cierta forma de ser. Para poder liberar el síntoma, debe liberarse la forma de ser asociada con éste. Así pues, el proceso de curación implica un proceso de transformación. Todo se puede curar.
Uno o dos meses de vida Cuando tuve un cáncer terminal en 1975, me pronosticaron que me quedaban uno o dos meses de vida, y que el final podía llegar de repente, en cualquier momento, si tosía o estornudaba. Me encaré con una realidad donde cada día podía ser mi último día, cada hora mi última hora, y me di cuenta de que cualquiera que fuese el tiempo limitado que me quedase, quería ser feliz.
No tenía sentido vivir en un compromiso. Ya que cada comida era posiblemente la última que comiera, quería comer lo que me viniera en gana, comer lo que a mi cuerpo le apeteciese. No tenía sentido comer lo que no disfrutaba solamente por el hecho de que alguien pensase que sería saludable para mí. Reconocía sus intenciones de amor, pero sabía que no iban con mi forma de ser. Mi camino hacia la salud debía incluir un sentido de placer en todo lo que hacía, y tenía que ser coherente conmigo mismo, ser auténtico. Tenía que creer en el proceso de sanación.
¡Prórroga! Entonces, me sugirieron que el cáncer era el resultado de un proceso que había empezado en mi conciencia, y que podía usar mi conciencia para deshacerme de él. Mi conciencia había sido el resultado de un programa, de la misma forma en que los resultados que produce una computadora son el efecto de la forma en que fueron programados, yo podía reprogramar mi conciencia.
Me presentaron la idea de que nuestra percepción crea nuestra realidad, y me di cuenta de que debía reprogramar mi conciencia para crear la percepción de que estaba bien. No estaba preparado para un cambio tan brusco, desde la percepción de que era un enfermo terminal, pero me di cuenta de que podía crear mucho más fácilmente la percepción de que me encontraba cada vez mejor y mejor, hasta que estuviera verdaderamente bien.
Había tenido la percepción de que estaba en un estado de deterioro, acercándome cada vez más a la muerte, y supe que si quería tener como resultado final la percepción de que estaba bien, debía cambiar la de ir de mal en peor por la de mejorar cada vez más. También supe que el giro podía ocurrir en cualquier momento. Era cuestión de encender un interruptor en mi mente, e insistir en saber que se había encendido. Decidí que el momento del cambio podía ser en cualquier momento, entonces dejé que fuese ahora.
El cambio Noté un cambio en mi conciencia, y entonces supe que estaba en un estado de mejoría. También supe la importancia de mantener la integridad de esta decisión, y de ese momento. Supe que todas mis percepciones debían reforzarse con la idea de que me estaba encontrando cada vez mejor. Por ejemplo, podía recordarmelo mientras comía algo que me apetecía, que aquello era exactamente lo que mi cuerpo necesitaba para acelerar el proceso de sanación.
Las sensaciones físicas que sentía como descargas eléctricas en mi cuerpo, que antes reforzaban la idea de que el tumor estaba creciendo, ahora debían percibirse cómo la evidencia de que el tumor estaba mermando. Mi mente buscaba cada vez más y más formas de saber que la mejoría estaba sucediendo.
Sabía que debía permanecer alejado de las personas que insistían en verme todavía como un enfermo terminal, no por falta de amor, simplemente para poder mantener mi propia actitud positiva hacia mi proceso de sanación. Debía estar con gente que deseasen animarme en esta tarea que parecía imposible y que me había propuesto a mí mismo. Cuando me preguntaban cómo me encontraba, insistía en contestar “Cada vez mejor“ y viendo como , de hecho, era verdad.
Sabía que era vital mantener la programación positiva y que ponerme en un estado mental de relajación y hablándome positivamente a mí mismo durante quince minutos, tres veces cada día, formaba parte del proceso programado y que no debía interferir en él de modo alguno. En ocasiones sentía la tentación de no hacer las relajaciones, entonces me recordaba a mí mismo que mi vida estaba en juego. Cualquier tentación, entonces, era algo que estaba entre mi vida y yo, y debía eliminarse, así podría vivir.
Manteniendo la percepción Al principio, era muy difícil. Encontraba que con mis pensamientos o mis palabras, comprometía fácilmente la integridad del momento del cambio, reconociendo cualquier otra cosa en lugar de la idea de que estaba mejorando, y debía ser honesto conmigo mismo, reconocerlo, y luego saber que estaba perdiendo la ocasión. Entonces, podía decirme que lo que había ocurrido era solamente un proceso de aprendizaje, y que el momento real del cambio era ahora.
Cada vez resultaba más fácil. Era capaz de mantener la integridad durante horas al principio, luego un día, luego dos días, y luego fui sólido. Sabía que el programa estaba funcionando. Era capaz de reconocer la voz de duda en mi interior, y sabía que no representaba la verdad, era capaz de identificar la voz que me daba ánimos. Se convirtió en mi guía, conduciéndome a un estado de salud estable. Era cada vez más capaz de mantener fija la atención en saber que estaban sucediendo cambios positivos . Cuando no notaba un síntoma, me decía que quizás ya nunca volvería a sentirlo . Si volvía a experimentarlo de nuevo, me decía que el proceso aún no había terminado, y que de hecho , notaba ese síntoma menos que antes.
Tenía que saber que los cambios positivos estaban sucediendo ahora, posiblemente justo en el umbral de la capacidad de aviso, así podía anticipar con impaciencia la evidencia para justificar mis percepciones. Naturalmente, siempre fui capaz de encontrar algo que me reafirmara que no era sólo producto de mi imaginación, sino que era real, reforzando así el proceso.
El programa Durante mis períodos de relajación, me imaginaba el tumor que estaba situado en mi médula espinal a nivel del cuello, e imaginaba que miraba una capa de células cancerígenas muriendo, y siendo liberadas, para ser destruidas por el sistema natural de eliminación de mi cuerpo. Sabía que el cambio, quizás todavía imperceptible, era definitivo. Sabía que cada vez que eliminaba los residuos de mi cuerpo, se eliminaban las células cancerígenas muertas, y me lo recordaba cada vez. Insistía en saber que era verdad.
Sabía que el cáncer representaba algo retenido y no expresado, y ya que el tumor estaba situado en mi chakra de la garganta (centro de energía), había estado reteniendo la expresión de mi Ser. Aunque no estaba muy seguro de lo que esto significaba, decidí que era indispensable que expresase todo. Cada pensamiento, cada sentimiento, cualquier cosa que hubiese en mi conciencia y que quisiese salir, lo expresaba, sabiendo que era vital para mi salud. Anteriormente, había tenido la percepción que la expresión conducía a la discordia, pero ahora veía que lo que expresaba era apreciado por los que me rodeaban, que la expresión y la comunicación llevaban a la armonía.
Anteriormente, había tenido la percepción de que si expresaba lo que realmente quería, algo malo ocurriría. Debía reprogramar la creencia de que si expresaba lo que realmente quería, algo maravilloso ocurriría. Tomé esta decisión y así fue. Me encontré a mí mismo teniendo cada vez menos en común con mis viejos amigos. Era como si hubiésemos compartido una frecuencia vibratoria en común anteriormente, digamos 547 ciclos, cualquier cosa que esto signifique, y de repente me encontré a mi mismo a 872 ciclos, teniendo pocas cosas en común para comunicar con la gente de 547 ciclos. Tenía que encontrar nuevos amigos que fuesen 872, para tener alguien con quien hablar.
Me sentía atraído hacia el mundo de 872, y ellos hacia mí, como si me hubiese convertido en un imán selectivo, y ciertos elementos hubiesen sido apartados de mi realidad, pues no estaban para nada de acuerdo con el nuevo Ser en el cual me había convertido. Sabía que el proceso era inevitable, y yo no debía interferir. En esa época desarrollé un sentido de compasión y comprensión. Sabía que mi vida dependía del hecho de apartar todos los elementos de mi vida que no estuviesen de acuerdo con mi nueva vibración. El proceso era simple, pero no siempre fácil.
Empezaba cada día como un proceso de descubrimiento de mí mismo, sin ninguna noción preconcebida de quién era, pero con la voluntad de descubrir al Ser emergente, y un sentido de gran placer con cada nuevo descubrimiento.
Me imaginaba la escena que ocurriría en la consulta del doctor después del trabajo que había hecho conmigo mismo. Podía verle examinándome, y descubriendo que no había ningún tumor, quedándose atónito. Podría decir ”Quizás cometimos un error“, jugaba con esta escena en mi mente cada día, durante los momentos de relajación. Había oído que dentro de la tecnología del programa mental, si me hablaba a mí mismo durante quince minutos tres veces al día, durante 66 días, podía llegar a creer cualquier cosa, y que cualquier cosa que creyese ser verdad, sería verdad. Unos dos meses después de empezar a trabajar conmigo mismo, fuí examinado por el médico que me había diagnosticado como un enfermo terminal. En el camino hacia el médico, sabía que debía mantener la percepción de que todo estaba bien. Repetí la escena en mi mente, sabiendo que ocurriría de esta forma.
Finalmente, llegó el momento de la verdad. El médico me examinó y no encontró nada. Dijo “Quizás cometimos un error“. Reí durante todo el camino de vuelta a casa.
Transformación Había transformado mi forma de Ser. Mi estilo de vida había cambiado drásticamente. No tenía sentido para mí un trabajo de nueve a cinco, o llamar a otro Ser mi “superior“, ya que todos somos Seres iguales, y todos con un potencial infinito. Me retiré de Wall Street a los 38 años sin otra idea que la de hacer lo que realmente quería hacer y no hacer lo que realmente no quería hacer, confiando en mi viaje, escuchando mi voz interior. Es una decisión que nunca he lamentado. Con lo que aprendí de mi relación cuerpo/mente en mi experiencia y la investigación que hice durante mi proceso de sanación, desarrollé un modelo de sanación como una forma de organizar en mi propia mente lo que me había ocurrido, y lo que había funcionado.
Gradualmente, llegué a implicarme en sanar a otras personas cuando las condiciones parecían pedirlo, y haciéndolo vi cada vez más ejemplos de la interfase cuerpo/mente cubriendo otros síntomas. El modelo de sanación que estaba utilizando se convirtió en más y más coherente y multidimensional.
Descubrí la alegría de compartir mis experiencias e ideas con otras personas, y ver como se beneficiaban cuando ponían en práctica estas ideas en sus propias vidas. El trabajo que realizo ahora como sanador y profesor significa mucho para mí, es importante para los demás también, y es un servicio a la humanidad, y me siento “elevado“ cuando lo hago. Tengo un sentimiento muy fuerte de que hago el trabajo de mi vida. Sé que estoy haciendo lo que vine a hacer a este planeta. Sé que está bien. No es un sentimiento que hubiese tenido anteriormente.
El proceso de transformación es una parte integrante del proceso de sanación, que el Ser esté sanando su visión o liberando alguna enfermedad importante,y en efecto también cuando la condición de desequilibrio no ha alcanzado todavía el nivel físico, sigue existiendo todavía a nivel mental o emocional.
Quienes de entre nosotros reconocemos el proceso, debemos animarlo, y asistirlo donde podamos, de forma que la transformación planetaria que está aconteciendo ahora en el interior de los individuos , pueda acelerarse, y hacerlo de la forma más suave posible.
Ennfermedad o herida muestra en el nivel físico, metafóricamente, lo que ha estado ocurriendo en la conciencia del Ser que experimenta los síntomas. Está relacionado con la forma de Ser de esta persona. Una vez identificados los elementos del Ser de una persona que se relacionan con la condición de desequilibrio físico, éstos pueden cambiarse, pudiendo restaurar la salud y el equilibrio a todos los niveles.
Cuando vemos el cuerpo físico como un mapa de la conciencia que está en él, y siempre en equilibrio con ella, podemos también ver que un cambio en uno implica un cambio en el otro. Cuando ocurre una sanación, se puede esperar un cambio en la personalidad por el hecho de reflejar el cambio en el Ser físico y viceversa.
El “nuevo“ individuo tendrá la misma Esencia de Ser, pero con una forma distinta de interactuar con el entorno, sin lo que había sido una tensión excesiva para este individuo. De hecho, será más él mismo, más quien “realmente “ es.
Puede parecer como si el individuo se hubiese despertado de un sueño digamos “que parecía muy real”, y las cosas tuviesen sentido de una forma distinta. Se habrá retirado un filtro perceptual , un filtro a través del cual se habían determinado los valores , y sin este filtro, se volverán evidentes valores más auténticos. El “nuevo“ Ser puede incluso tener distintos gustos en comida y/o ropa, y distintos hábitos personales. Será una placentera transformación.
Los métodos de sanación que consideran el aspecto del cambio de personalidad, la transformación , están relacionados con la idea de que una causa interior produce un síntoma exterior. Sin los cambios interiores, los síntomas pueden aliviarse en la realidad física, pero no obstante no las causas en el mundo interior y los síntomas pueden crearse de nuevo. El Ser considera entonces que parte de su sistema energético tiene una debilidad natural, de la cual tiene que ocuparse continuamente, hasta que pueda provocar esos cambios interiores , después de lo cual los síntomas no volverán a manifestarse. Después de todo, los síntomas sólo eran necesarios para dar un mensaje al “viejo“ Ser. El “nuevo“ Ser, no teniendo ya la debilidad “innata”, no necesita el síntoma. De hecho, la antigua parte débil puede llegar a ser la parte más fuerte del “nuevo“ Ser. Evidencia de ellos son historias de antiguos pacientes paralíticos que llegaron a ser figuras Olímpicas .
Cuando focalizamos en la transformación además de las otras partes del proceso de sanación, se añade otra dimensión, para acelerar la sanación.
El sistema energético humano En el sistema de energía que todos poseemos, la energía está en un estado constante de flujo. Este flujo de energía está regulado por siete “bombas“ llamadas chakras. Cada chakra representa emociones específicas y determinados niveles de percepción y elementos de la conciencia del Ser; también está asociado a partes específicas del cuerpo, a funciones específicas dentro del cuerpo, glándulas endocrinas específicas y grupos de nervios específicos. Respuestas a cómo el Ser percibe el universo, también se reflejan en los chakras.
Los chakras tienen un estado óptimo de equilibrio y flujo. Una sanación del individuo equilibra los chakras. Cuando esto ocurre, además de restaurar el equilibrio interior y un estado diferente de conciencia, así como un equilibrio físico, el reequilibrio también definirá distintas respuestas al universo percibido por el Ser.
En otras palabras, en un cierto estado de equilibrio de los chakras, el individuo atraerá un determinado tipo de experiencia, y también atraerá un cierto tipo de gente . Cuando la energía cambia en los chakras, como ocurre durante una sanación, el efecto magnético que arrastra a un tipo concreto de persona o experiencia se libera entonces, junto con la vieja manera de responder.
Por ejemplo, un Ser, teniendo distintas interacciones con su madre puede responder bloqueando el chakra asociado con la seguridad y la confianza. El efecto sería de inseguridad como filtro perceptual. El individuo atraería entonces situaciones precarias para justificar la inseguridad, así como mujeres que le recordarían a su madre. Cuando el chakra esta claro, el tipo de mujer que atraía anteriormente será atraída , en cambio, por otros Seres con el mismo tipo de bloqueo en el chakra como los que experimentó antiguamente el Ser que está sanado, dejando espacio para interacciones con mujeres de distinta energía. En consecuencia, las interacciones con el arquetipo de la madre tendrán una resolución distinta, más satisfactoria. Las situaciones que se presentan al Ser también tendrán más sentido de solidez, o el Ser tendrá una nueva perspectiva de confianza para resolver la situación.
Podemos ver, que los chakras no sólo reflejan el entorno exterior, sino que de alguna forma también lo crean.
Con pequeños ajustes en el sistema de energía del Ser, sólo serían aparentes pequeños cambios en la conciencia . En el caso de una enfermedad grave, sin embargo, el Ser necesitaría desesperadamente un mayor ajuste en la conciencia, y entonces los aspectos de la transformación serían más profundos.
Renacimiento Mientras que el cambio instantáneo siempre es posible y disponible, la mayoría de la gente parece no estar preparada para un cambio tan brusco en su forma de Ser. Los cambios graduales parecen generalmente más confortables para el Ser implicado, así como para los demás en el entorno del Ser.
En un cambio instantáneo, se tiene la experiencia de una súbita clarificación de lo que había sido oscuro, y la sensación algo parecida a lo que podría experimentar un Ser que se encontrara de repente en un cuerpo, mirando una película desarrollándose alrededor suyo, una película que justo acaba de empezar. El Ser se encontraría como uno de los protagonistas, con una sensación de parecer distinto de la forma en que los otros parecerían verle, y como si de hecho, fuese muy distinto. Otros mantendrían la percepción de que el Ser ya no existe.
Sería entonces muy importante para el Ser mantener su nueva forma de Ser, la nueva sensación de claridad o lucidez (aunque posiblemente combinado con la confusa sensación de una novedad repentina) y establecer rápidamente la forma en la cual las cosas toman sentido en la nueva realidad, el nuevo paradigma, con nuevas percepciones. El nuevo Ser debería revisar su relación con el trabajo del viejo Ser, su casa, su pareja, su entorno, etc… y evaluar qué aspectos funcionan armónicamente y qué partes deberían cambiar de alguna forma.
En el caso de un Ser que ha tenido una enfermedad importante, y que ha reconocido la relación entre el estilo de vida y los síntomas físicos, debería existir la voluntad de cambiar todos los aspectos del estilo de vida que no condujeran a la felicidad, porque estaría claro que estos aspectos estarían directamente relacionados con la enfermedad. También estaría claro que de no realizar los cambios necesarios, se recrearían los síntomas de la enfermedad.
Cuando es cuestión de vida y muerte, la elección es clara, y simple, aunque no siempre fácil.
Interacciones Para las personas cercanas al Ser, podría ser también un tiempo de una gran confusión . Podría parecer como si la persona que conocían, hubiese cambiado de repente, volviéndose loca. Formas habituales de comportamiento y de respuesta desaparecerán, de repente, y esto puede resultar muy confuso. Para la salud y bienestar del Ser, deberían apoyarle totalmente , ya que los intentos de recrear el viejo Ser serían percibidos por el Ser implicado (correctamente) como una amenaza para su salud, e inclusive para su vida.
Debe existir la voluntad de adaptarse a la nueva forma de ser del Ser. Un cambio gradual es más fácil para la mayoría de la gente, pero se debe enfatizar que la magnitud de un cambio gradual no es menor que la de un cambio inmediato. Solamente se extiende en un período de tiempo más largo. Deben examinarse los mismos temas. Deben hacerse los mismos cambios . Además, el Ser debe mantener un solo propósito en su mente, y mantener este propósito, con la total voluntad de liberar todos los aspectos de su vida relacionados con el estrés y todas las formas de interactuar que no se orienten hacia el éxito, hasta que la vida esté nuevamente en armonía; el estado de salud y de bienestar del cuerpo indica que el Ser vuelve a estar en equilibrio y pueda ahora identificarse con su nueva forma de ser. La transformación y la sanación se habrán entonces completado.
¡Todo se puede curar! Cuando un individuo que ha estado en desequilibrio toma la decisión de volver a equilibrarse, debe hacer de ello un proyecto de alta prioridad. Nada debe ser más importante. Particularmente en el caso de una enfermedad grave, la vuelta a la salud se convierte en más importante que la familia, amigos, o trabajo. Cuando se ha reconocido el camino a la salud, nada debe interferir en este camino. Es imperativo el desarrollar y mantener una actitud mental positiva.
Cada uno de nosotros es un sistema de conciencia autónoma organizándose a sí mismo. Cada uno de nosotros es un sistema de energía. La energía fluye a través de nuestro Ser, y es dirigida por nuestra conciencia. Esta energía está en un estado de movimiento, de flujo, y en un organismo saludable la energía está en armonía, y fluye suavemente. Cuando el flujo de energía se bloquea o se interrumpe, el organismo lo experimenta como un desequilibrio, y la tendencia del organismo es volver al equilibrio y a la armonía, volver a la salud. Esta tendencia hacia la armonía es un aspecto del amor.
Toda enfermedad, toda herida, es energía bloqueada o interrumpida, o una llamada para el amor. Cada uno de nosotros, incluyéndote a tí, lector, tiene la habilidad de sentir la energía, detectarla, y dirigirla.
Finalmente, toda energía bloqueada puede ser liberada por tu conciencia. No es cuestión de si se puede hacer, sino de cómo puede hacerse.
Dentro de tu Ser, dentro de tu conciencia, está la capacidad de amar. Tienes un potencial de amor infinito, tanto si has decidido como si no manifestarlo. De hecho, el amor es la verdadera naturaleza de nuestro Ser.
Tienes la capacidad de amar en cualquier parte donde exista la percepción de falta de amor, o una llamada para el amor. El amor cura.
Tienes en tu conciencia el potencial y la capacidad de curar cualquier cosa, a cualquier nivel, en tí mismo y también en otro Ser, ya que todo es solamente y energía. Lo que falta es que seas completamente consciente de ello y que actualices este potencial. Todo se puede curar.

jueves, 26 de septiembre de 2013

NUEVA LUZ SOBRE EL SUICIDIO



Utilizando la definición humana, el suicidio es el acto que una persona efectúa para poner fin a su vida física en el plano terrestre. Esto se asocia habitualmente con la decisión conciente de poner fin a la vida de uno, pero también hay suicidios en los que las personas no han tomado tal decisión concientemente. Ejemplos de esto son una sobredosis de medicamentos u otras sustancias nocivas.
Consideremos algunos aspectos acerca de matar o quitar la vida a alguien.
Nadie puede quitar la vida a otra persona. Es cierto que hay situaciones a las que vemos como asesinatos, accidentes, y quitarle la vida a otro, sin embargo nadie tiene el poder de quitarle la vida a otra persona sin el consentimiento de la otra alma. Por supuesto, esto es a nivel del alma, no a nivel de nuestra mente racional, no a nivel humano. Todas las almas planifican sus vidas antes de encarnar en la Tierra. Cuando el alma elige la vida que le gustaría encarnar, también elige cómo va a salir del plano físico. Eso es cuidadosamente planificado, ya que se usa también para aprendizaje de todos los implicados, incluso los seres amados que quedan en esta vida.
Los que aún permanecen en el plano físico, es decir los que aún quedan viviendo en la tierra, también han acordado pasar por esa experiencia y obtener valiosas lecciones de la muerte de un amigo o miembro de la familia. Todo se utiliza como una lección de aprendizaje. Hay que tener en cuenta que, aunque se elija cómo salir de la vida física, hay una gran flexibilidad, no sólo en el momento de salir, sino también en la manera de salir. Nunca perdemos el libre albedrío, y podemos modificar el libreto en cualquier momento.
El suicidio no es la intención primaria de un alma que se encarna en el mundo físico. Cada encarnación es muy apreciada por las lecciones de vida enormes que podemos obtener. Sin embargo, siempre tenemos libre albedrío y somos por lo tanto, libres para salir de este mundo, en cualquier momento que elijamos.
No es cuestión de ver en el suicidio un “pecado”…ni siquiera un error. Es una decisión de un alma con libre albedrío. Simplemente permite que el alma obtenga otras perspectivas y aprenda lecciones, la próxima vida. No existe el pecado, en ninguna de las maneras que nos hicieron creer,  sino una elección de experimentar otra cosa.
No importa lo que algunas religiones puedan querer difundir al respecto, su accionar trató de evitar que las personas tomaran a la muerte como liberación y optaran por partir intencionalmente. En realidad, no nos liberamos del dolor que queremos evitar adelantando la partida, ya que esa cuota de karma volverá a ser experimentada, sumado al dolor emocional que  causemos.
Cuando un alma elige poner fin a su vida antes de tiempo, muchas veces no es conciente de que ha partido. Lleva un poco de tiempo para que pueda volver a aclimatarse al mundo no-físico. Muchos guías están allí para acompañarla, ya que por lo general sigue inmersa en el "dolor emocional" que sentía mientras vivía, el mismo dolor que la llevó a poner fin a su vida. Se presta mucha atención y cuidado para asegurarse de que pueda sanar, y, finalmente, examinar su vida anterior para aprender todo lo que pueda de sus experiencias pasadas.
Recuerden, el cielo no es más que un estado de conciencia. Por lo tanto nadie puede ser excluido o expulsado de ese estado. Los que se suicidan sin duda experimentan una forma de "infierno", pero no a causa de las acciones que tomaron para poner fin a su propia vida, sino por los pensamientos que acumularon mientras estaban con vida. El "infierno" no es un lugar, como tampoco lo es el cielo. A ambos sólo podemos acceder a través del contenido de nuestra conciencia, y sólo uno puede evitar la entrada a cualquiera de ellos.
Muchos de los que terminan sus vidas a través del suicidio han permitido que tantas creencias negativas saturen su ser que cuando  desencarnan, el dolor no termina de forma automática simplemente porque ya no estén en su cuerpo físico. Creamos nuestra realidad con nuestros pensamientos. Esta es la razón por la cual, amorosamente, tantos guías y ángeles están esperando a aquellos que han cometido suicidio, con el fin de ayudarlos a recuperar la paz, y a liberarse de la prisión de sus pensamientos
Los que se suicidan disponen de varias opciones una vez que han recuperado la compostura y la paz ha sido restaurada.
1-Un alma puede elegir reencarnarse de nuevo en otra realidad paralela en la que ellos no deciden quitarse la vida, el recuerdo del suicidio será completamente eliminado y el alma tiene una "segunda oportunidad" para tomar una decisión diferente.
2-Otra opción es simplemente elegir reencarnarse en otra vida con circunstancias similares que evocan las mismas reacciones del alma, siendo capaces de aprender de sus experiencias pasadas, que están guardadas en su memoria subconciente.
3-Y en tercer lugar, la otra opción es simplemente no reencarnar en la tierra de nuevo. Las tres opciones permitirán al alma obtener valiosas lecciones.
Para la mayoría de los humanos, el dolor de perder a un ser querido puede ser insoportable. La pérdida de la percepción del otro es terriblemente dolorosa, pero desde un punto de vista más elevado, la muerte no es más que una transición de un estado a otro.
Nadie puede ser desconectado de la Vida por la "muerte", ni siquiera queriéndolo. Todo el mundo está conectado, todos somos Uno. Es solo una creencia que el alma debe estar encarnada físicamente para existir. Esta creencia permite una visión muy limitada de lo que la existencia ES. Los que han hecho la transición de lo físico a lo no-físico son tan reales como los que permanecen con vida, y su energía esencial está disponible para contactarla de alma a alma.
Siempre hay que decirles a quienes están preocupados por sus seres queridos, que no hay "castigo" por haber cometido suicidio y que el Alma, tras recuperar la paz, tiene siempre otra oportunidad.
Una encarnación física en este momento es considerada un gran privilegio. Sepan que había muchas más almas que querían estar aquí en este gran momento del cambio. Hay una cantidad limitada de cuerpos físicos para que las almas encarnen. De aquí, el por qué honrar nuestra vida. Muchas entidades anhelaban estar aquí. Quienes estamos aquí y ahora, fuimos elegidos para encarnar porque nos consideraron capaces de servir en la Tierra en éste período de transición.
Así que, aunque no hay castigo para el suicidio, es una opción recuperar la perspectiva más elevada. A pesar de que sabíamos lo difícil que sería la vida, deseamos muchísimo tener esta oportunidad para hacer una diferencia.
Entonces te digo querido oyente, honrá tu vida, aprendé de esto que hoy te está pasando y quedate aquí, junto al fuego de tu corazón, si ya hiciste más de la mitad de tu camino de aprendizaje, buscá ayuda para que puedas quedarte hasta el momento en que tu espíritu te diga “es la hora de volver a casa”. Huir del aprendizaje es como hacerte la rata de la escuela, a la larga tenés que volver, tenés que aprender de esa materia que te quedó pendiente, entonces, buscá el aprendizaje y al aprender eso que vos sentís como algo terrible, pasará como todo lo que sucede en la vida, todo se resuelve cuando aprendiste la lección, y la experiencia de ese dolor sordo desaparece por completo.
Sigamos brillando entonces, todo lo que nos sea posible. Nuestra Luz, puede ser la razón para que otra alma decida quedarse.
Que éste conocimiento sirva a todos quienes experimentaron el suicidio de un ser amado, para que encuentren paz, consuelo, y la certeza de que cada alma que parte, como sea, es asistida en amor.

FRASES de Louise Hay

Creamos situaciones y después renunciamos a nuestro poder culpando A otros de nuestras frustraciones.
No hay persona, lugar ni cosa que tenga ningún poder sobre nosotros.
En nuestra mente, sólo pensamos nosotros.
Adondequiera que vayas y con quienquiera que te encuentres, Allí hallarás a tu propio amor esperándote.
Si no te amas total, entera y plenamente, es porque en algún momento aprendiste a no amarte.
Pero puedes desaprenderlo. Empieza a ser amable contigo ahora mismo.
Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, perderemos la vida entera. Ya somos perfectos, aquí y ahora.
Una tragedia puede llegar a ser el mayor de nuestros bienes si nos la tomamos De una manera que nos permita crecer.
No puedes aprender las lecciones de los demás en su nombre.
Todos deben hacer por sí mismos el trabajo, y así lo harán cuando estén preparados.
Indaga en tu corazón en busca de las injusticias que aun no hayas perdonado, Perdónalas y deja que se vayan.
Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro.
En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesitas.
Cada vez que emites un juicio o una crítica, estás enviando algo que terminará por volver a ti.
Decídete a creer que es fácil cambiar un pensamiento o una pauta.
El enfado es un mecanismo de defensa. Si estás a la defensiva es porque tienes miedo.
Si quieres que tu familia te ame y te acepte, entonces debes amarlos y aceptarlos tú a ellos.
El comportamiento de los niños es un reflejo del de los adultos.
Examina que te impide amarte y disponte a liberarte de ello.
Serás un maravilloso ejemplo para tus hijos.
Créate un buen grupo de apoyo, especialmente para cuando no quieras hacer algo.
Ellos te ayudarán a crecer.
Cada uno de nosotros está siempre trabajando con el niño de tres años que todos llevamos dentro.
Lamentablemente, nos pasamos la mayor parte del tiempo gritándole, y después nos preguntamos por qué será que nuestra vida no funciona.
Pide ayuda. Dile a la vida lo que quieres y deja que suceda.
¿Cómo tratas a los ancianos? lo que hoy das es lo que has de encontrar mañana cuando envejezcas.
El resentimiento, la crítica, la culpa y el miedo aparecen cuando culpamos a los demás Y no asumimos la responsabilidad de nuestras propias experiencias.
No hace falta saber cómo perdonar. Basta estar dispuesto a hacerlo, del cómo ya se ocupará el universo.
Todos somos maestros y alumnos. Pregúntate: ¿qué vine a aprender aquí y qué vine a enseñar?
Utilizamos solo el diez por ciento de nuestro cerebro.
Si vas a escuchar a la gente, escucha a los triunfadores.
Escucha a las personas que saben lo que hacen y que demuestran el valor de lo que hacen.

viernes, 20 de septiembre de 2013

DE LA LUZ CON AMOR - por Gillian MacBeth-Louthan

Perder el pasado y desconectarse del Ahora ofrece oportunidades que no podrían existir de otra manera. La nueva era, la vieja era, toda era se vuelve innecesaria a medida que la humanidad da un giro hacia un lugar de reconexión. Las líneas de comunicación entre humanos son frágiles y tensas como las alas de una mariposa. Verse reflejado en los demás se ha vuelto doloroso. La mayoría ahora aparta la vista porque no quiere ver lo que tiene ante sus ojos. La unicidad parece minúscula mientras la humanidad sopla y resopla y derriba la ilusión.
El tiempo, las estrellas y el clima se reescriben en armonía con las nuevas leyes de este nuevo campo de juegos de la luz. Cada puerta que abran los llevará a otra autopista del ser hacia un portal multidimensional. Las partes fracturadas de la evolución humana ahora buscan unirse, son llamadas a la unicidad. Esto va a mantener a todos ocupados recogiendo las partes faltantes del ser. Para convertirse en su verdadera presencia, deben caminar en las estrellas. Las realidades son desafiadas combatiendo mano a mano. El tiempo pasa volando sin siquiera saludar, mientras el tornado del cambio dimensional nos tiene andando en bicicleta contra el viento.
No se puede forzar al tiempo a encasillarse como demanda el populacho egoísta. Al tiempo le han salido alas y levanta el vuelo hacia patrones que no le eran familiares antes. Todos los sensores de la Tierra: olfato, gusto, tacto, sensación, están cambiando denominaciones. No los tomen por sentado, pero tampoco confíen en ellos plenamente ya que lo que alguna vez era algo definitivo, ahora cambió de marco. Los mecanismos terrenales de vista y sonido cambian su visión perpetua. Lo que saben que es verdad es desafiado sin cesar, lo que creen en su corazón acerca de los que aman, es desafiado. El cuerpo ha recibido tantas señales contradictorias, tantas verdades en conflicto que está sobrecargado y parece estar tomando vida propia. Toda la humanidad está sobrecargada. Todos los circuitos están recargados. La Tierra está en una intersección del tiempo y se ha convertido en un centro de intercambio de energía e información.
Mientras se encuentran al borde de quienes alguna vez supieron que eran y el Horizonte de Sucesos de lo que el universo está pidiendo que hagan, pueden quedarse inmóviles y hacerse un lío en pensamiento y obra. Nuevas codificaciones se disparan en el cerebro permitiendo que se inicie un proceso de desfragmentación.
La elección suprema es dar sin pensar en la pérdida, saltar sin pensar en el miedo, saber que dentro de toda oscuridad, está cautiva la luz. Llegar a la cornisa y volar sin miedo ni remordimiento, aventurándose donde los ángeles no se atreven a ir. No hay crecimiento en un lugar seguro. Acepten la energía y la luz que albergan e intenten alcanzar las estrellas. Busquen lo que los inspira mientras permanecen neutrales en medio de la tormenta energética. Esta tormenta parece a una parodia en ciernes pues a muchos se les impide un futuro que es predicho por tantos profetas del fracaso.
Mientras los eclipses comienzan su lenta y vigorosa danza, se le pide a la humanidad que entre en lugares que han soportado a través del tiempo. Las energías se encuentran entre sí en un final de fotografía pues la sincronización perfecta muestra la verdadera voluntad de la gente. Todo está velado mientras los planetas se desplazan y mueven en dirección opuesta. Los eclipses abren las cortinas para mostrar el trasfondo de un drama de pasión en curso. Tal vez sientan que sus opciones son limitadas y apenas se las ve en un callejón sin salida pobremente iluminado. Desplegar sus abanicos para cubrirse el rostro es evasivo y anticuado. Batir las pestañas para influenciar el resultado de algo sólo será contraproducente.
Toda agitación emocional debilita el sistema inmunológico en un mundo que ya está al borde del abismo. Este verano los planetas se alinearán en una forma que crea una geometría sagrada de confianza. Si uno no confía en los líderes mundiales, entonces al menos debe confiar en el Creador de dicho mundo.
Bromear con el futuro del mundo no lo coloca a uno en el puente de mando del destino. Lo que está por ser todavía se halla en estado embrionario. Montarse en las emociones de un mundo que todavía está en un punto de elección solo servirá para debilitarles a todos el sistema inmunológico. La adrenalina se dispara mientras el pulso del mundo observa y se preocupa. Día tras día, noticiero tras noticiero. La verdadera fe necesita implantarse en el terreno/alma de la humanidad. No permitan que se los manipule emocionalmente renunciando a la esperanza.
por Gillian MacBeth-Louthan
Traducción: Susana Peralta