Utilizando la definición humana, el
suicidio es el acto que una persona efectúa para poner fin a su vida física en
el plano terrestre. Esto se asocia habitualmente con la decisión conciente de
poner fin a la vida de uno, pero también hay suicidios en los que las personas
no han tomado tal decisión concientemente. Ejemplos de esto son una sobredosis
de medicamentos u otras sustancias nocivas.
Consideremos algunos aspectos acerca de
matar o quitar la vida a alguien.
Nadie puede quitar la vida a otra persona.
Es cierto que hay situaciones a las que vemos como asesinatos, accidentes, y
quitarle la vida a otro, sin embargo nadie tiene el poder de quitarle la vida a
otra persona sin el consentimiento de la otra alma. Por supuesto, esto es a
nivel del alma, no a nivel de nuestra mente racional, no a nivel humano. Todas las
almas planifican sus vidas antes de encarnar en la Tierra. Cuando el alma elige
la vida que le gustaría encarnar, también elige cómo va a salir del plano
físico. Eso es cuidadosamente planificado, ya que se usa también para
aprendizaje de todos los implicados, incluso los seres amados que quedan en esta
vida.
Los que aún permanecen en el plano físico,
es decir los que aún quedan viviendo en la tierra, también han acordado pasar
por esa experiencia y obtener valiosas lecciones de la muerte de un amigo o miembro
de la familia. Todo se utiliza como una lección de aprendizaje. Hay que tener
en cuenta que, aunque se elija cómo salir de la vida física, hay una gran
flexibilidad, no sólo en el momento de salir, sino también en la manera de
salir. Nunca perdemos el libre albedrío, y podemos modificar el libreto en
cualquier momento.
El suicidio no es la intención primaria de
un alma que se encarna en el mundo físico. Cada encarnación es muy apreciada
por las lecciones de vida enormes que podemos obtener. Sin embargo, siempre
tenemos libre albedrío y somos por lo tanto, libres para salir de este mundo,
en cualquier momento que elijamos.
No es cuestión de ver en el suicidio un
“pecado”…ni siquiera un error. Es una decisión de un alma con libre albedrío.
Simplemente permite que el alma obtenga otras perspectivas y aprenda lecciones,
la próxima vida. No existe el pecado, en ninguna de las maneras que nos
hicieron creer, sino una elección de
experimentar otra cosa.
No importa lo que algunas religiones puedan
querer difundir al respecto, su accionar trató de evitar que las personas tomaran
a la muerte como liberación y optaran por partir intencionalmente. En realidad,
no nos liberamos del dolor que queremos evitar adelantando la partida, ya que
esa cuota de karma volverá a ser experimentada, sumado al dolor emocional
que causemos.
Cuando un alma elige poner fin a su vida
antes de tiempo, muchas veces no es conciente de que ha partido. Lleva un poco
de tiempo para que pueda volver a aclimatarse al mundo no-físico. Muchos guías
están allí para acompañarla, ya que por lo general sigue inmersa en el
"dolor emocional" que sentía mientras vivía, el mismo dolor que la
llevó a poner fin a su vida. Se presta mucha atención y cuidado para asegurarse
de que pueda sanar, y, finalmente, examinar su vida anterior para aprender todo
lo que pueda de sus experiencias pasadas.
Recuerden, el cielo no es más que un estado
de conciencia. Por lo tanto nadie puede ser excluido o expulsado de ese estado.
Los que se suicidan sin duda experimentan una forma de "infierno",
pero no a causa de las acciones que tomaron para poner fin a su propia vida,
sino por los pensamientos que acumularon mientras estaban con vida. El
"infierno" no es un lugar, como tampoco lo es el cielo. A ambos sólo
podemos acceder a través del contenido de nuestra conciencia, y sólo uno puede
evitar la entrada a cualquiera de ellos.
Muchos de los que terminan sus vidas a
través del suicidio han permitido que tantas creencias negativas saturen su ser
que cuando desencarnan, el dolor no
termina de forma automática simplemente porque ya no estén en su cuerpo físico.
Creamos nuestra realidad con nuestros pensamientos. Esta es la razón por la
cual, amorosamente, tantos guías y ángeles están esperando a aquellos que han
cometido suicidio, con el fin de ayudarlos a recuperar la paz, y a liberarse de
la prisión de sus pensamientos
Los que se suicidan disponen de varias
opciones una vez que han recuperado la compostura y la paz ha sido restaurada.
1-Un alma puede elegir reencarnarse de nuevo
en otra realidad paralela en la que ellos no deciden quitarse la vida, el
recuerdo del suicidio será completamente eliminado y el alma tiene una
"segunda oportunidad" para tomar una decisión diferente.
2-Otra opción es simplemente elegir
reencarnarse en otra vida con circunstancias similares que evocan las mismas
reacciones del alma, siendo capaces de aprender de sus experiencias pasadas,
que están guardadas en su memoria subconciente.
3-Y en tercer lugar, la otra opción es
simplemente no reencarnar en la tierra de nuevo. Las tres opciones permitirán
al alma obtener valiosas lecciones.
Para la mayoría de los humanos, el dolor de
perder a un ser querido puede ser insoportable. La pérdida de la percepción del
otro es terriblemente dolorosa, pero desde un punto de vista más elevado, la
muerte no es más que una transición de un estado a otro.
Nadie puede ser desconectado de la Vida por
la "muerte", ni siquiera queriéndolo. Todo el mundo está conectado,
todos somos Uno. Es solo una creencia que el alma debe estar encarnada
físicamente para existir. Esta creencia permite una visión muy limitada de lo
que la existencia ES. Los que han hecho la transición de lo físico a lo
no-físico son tan reales como los que permanecen con vida, y su energía
esencial está disponible para contactarla de alma a alma.
Siempre hay que decirles a quienes están
preocupados por sus seres queridos, que no hay "castigo" por haber
cometido suicidio y que el Alma, tras recuperar la paz, tiene siempre otra
oportunidad.
Una encarnación física en este momento es
considerada un gran privilegio. Sepan que había muchas más almas que querían
estar aquí en este gran momento del cambio. Hay una cantidad limitada de cuerpos
físicos para que las almas encarnen. De aquí, el por qué honrar nuestra vida.
Muchas entidades anhelaban estar aquí. Quienes estamos aquí y ahora, fuimos
elegidos para encarnar porque nos consideraron capaces de servir en la Tierra
en éste período de transición.
Así que, aunque no hay castigo para el
suicidio, es una opción recuperar la perspectiva más elevada. A pesar de que
sabíamos lo difícil que sería la vida, deseamos muchísimo tener esta
oportunidad para hacer una diferencia.
Entonces te digo querido oyente, honrá tu
vida, aprendé de esto que hoy te está pasando y quedate aquí, junto al fuego de
tu corazón, si ya hiciste más de la mitad de tu camino de aprendizaje, buscá
ayuda para que puedas quedarte hasta el momento en que tu espíritu te diga “es
la hora de volver a casa”. Huir del aprendizaje es como hacerte la rata de la
escuela, a la larga tenés que volver, tenés que aprender de esa materia que te
quedó pendiente, entonces, buscá el aprendizaje y al aprender eso que vos
sentís como algo terrible, pasará como todo lo que sucede en la vida, todo se
resuelve cuando aprendiste la lección, y la experiencia de ese dolor sordo
desaparece por completo.
Sigamos brillando entonces, todo lo que nos
sea posible. Nuestra Luz, puede ser la razón para que otra alma decida
quedarse.
Que éste conocimiento sirva a todos quienes
experimentaron el suicidio de un ser amado, para que encuentren paz, consuelo,
y la certeza de que cada alma que parte, como sea, es asistida en amor.
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