viernes, 25 de julio de 2008

Lo que necesitamos de verdad

Librarse de una conciencia de penuria significa cambiar las imágenes interiores que reflejan carencia en tu vida. Tenés ya todo cuanto necesitás a fin de experimentar una vida de prosperidad. La prosperidad es, primero y sobre todo, un juego mental. La componen una serie de creencias invisibles e interiores que llevás contigo. Debés de saber que tenés ya cuanto necesitás; no te falta nada para lograr prosperidad en tu vida. Poné mucha atención a la siguiente historia:

Un hombre andrajoso, que parecía no poseer nada en un sentido material, se acercó a un capatáz y dijo:
-¿Puede ayudarme? Necesito trabajo.
-Muy bien -dijo el capatáz - tome esa piedra grande y hágala rodar por la cuesta arriba y abajo. Si lo que necesita es trabajo, ahí lo tiene.
-No me entiende -dijo el hombre- lo que necesito en realidad es dinero.
-Ah -contestó el capatáz- si se trata de dinero, aquí tiene cincuenta dólares. Pero no puede gastarlos.
El hombre quedó de nuevo perplejo.
-No me entiende, lo que necesito en realidad es comida y ropa, no solo dinero.
-Si está seguro de que eso es todo lo que necesita -contestó de nuevo el capatáz- puede gastar el dinero en comida y ropa, pero no podrá comer la comida ni usar la ropa.
El hombre se vio obligado a ver que lo que realmente necesitaba era una sensación de seguridad, paz y satisfacción interior. Todo ello es invisible y todo está dentro de su pensamiento; allí está todo el sustento divino. Nos han hecho creer que las cosas materiales constituyen la realidad y son las que nos proporcionan lo que necesitamos cuando, de hecho, son simplemente más materia, hecha de más espacio invisible. Lo que necesitás lo tenés ya, y cuando sabés esto y entrás en tu interior y lo creas en tu mente, el sustento divino que buscás en forma de cosas materiales o de dinero se manifestará en cualquier cantidad que necesités.Debés crear en vos este nuevo sentimiento interior y confiar en la magia del creer. Tus creencias son tuyas, tienen su origen en vos y son lo que utilizás (y lo único que podés utilizar) para crear las circunstancias de tu realidad física.CONFIÁ en el poder de tu mente, en esa guía divina que está fácilmente a tu disposición, y habrás alcanzado el primer paso hacia la manifestación del milagro de la prosperidad en tu vida.


(Wayne W. Dyer - Tus zonas Mágicas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso texto, muchas gracias!!!

Benjamin