Adicción al sufrimiento: ¿te resulta extraño?; sin embargo, en una cultura que privilegia la lucha, el esfuerzo y la superación de dificultades a cualquier costo, esto termina siendo una identidad: “el sufrido” pasa a ser una forma de vida, una seguridad saber que seguirás padeciendo y enfrentando problemas por siempre.
Orgullo: así como podés sentirte orgulloso de tus logros, también podés estarlo de tus múltiples inconvenientes. Esto es insidioso y sutil, pero quizás te haga sentir “especial” estar lleno de cargas y seguir adelante.
Búsqueda de entendimiento: pasar la vida tratando de comprender las causas por las que sos como sos y lo que te sucedió puede ser una buena forma de quedarte en lo mismo. No es necesario que sepas todo para cambiar.
Tiempo: “estoy demasiado ocupado”, “no dispongo de tiempo para mí”, “si no funciona rápido, no me sirve” son excelentes pretextos. Es cierto que vivimos tiempos rápidos, pero hemos hecho eso justamente para no ocuparnos de nosotros mismos. Nada de lo que hagas afuera tuyo te traerá la paz, la alegría de vivir y el amor que anhelás.
Dinero: seguramente la excusa mayor. Gastarás en una heladera nueva, en otro abrigo para el niño, en salir a comer, en… lo que sea, menos en tu propio desarrollo. Eso es lo último, si sobra. Después, te preguntas por qué te sientís vacío, deprimido, ansioso, desmotivado.
Seguramente, si sos sincero con vos mismo, te habrás sentido identificado con algunas de estas resistencias. Comprendé que es normal sentirlas, porque el Ego no quiere cambiar, desea seguir conservado el poder y manejarte a través de sus miedos, prevenciones y controles. Pero, también entiendé que el Ego es un instrumento de tu Alma para moverte en el mundo. Por un error, él te manipula cuando sos vos el que tiene que ser su conductor. Advertí también que el cambio no es complicado ni difícil. No requiere de técnicas, ni de rituales ni de más información. Probá y lo sabrás. Te lo garantizo. ¿Acaso no te lo susurra tu corazón también? información. Es orgánico, simple, natural, fluyente, integrado. Contiene gracia, abundancia, sabiduría, creatividad por sí mismo. Sólo te pide que te pongas a vos mismo en el camino de tu alma y que desoigas la voz del Ego que te dice que todo eso son mentiras. Laura Foletto
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