martes, 30 de noviembre de 2010

COMO LLENAR UN COLADOR CON AGUA

Un grupo de devotos invitó a un maestro de meditación a la casa de uno de ellos para que los instruyera. El maestro dijo que debían esforzarse por liberarse de reaccionar en demasía frente a los hechos de la vida diaria, por lograr una actitud de reverencia, y por adquirir la práctica regular de un método de meditación que, a su vez, les explicó en detalle. El objetivo era darse cuenta de que la vida divina está presente en todo.

Es estar conscientes de esto no sólo durante el período de meditación, sino constantemente, en lo cotidiano. El proceso es como llenar un colador con agua.
El maestro hizo una reverencia ante ellos y partió.

El pequeño grupo se despidió de él y luego uno de ellos se dirigió a los demás, echando chispas de frustración. Lo que nos dijo es como decirnos que nunca podremos lograrlo. ¡Llenar un colador con agua! ¿Cómo? Eso es lo que ocurre, ¿no?. Al menos para mí. Escucho un sermón, rezo, leo algún libro sagrado, ayudo a mis vecinos con sus niños y ofrezco el mérito a Dios, o algo por el estilo y después me siento elevado. Mi carácter mejora durante un tiempo… no me siento tan impaciente, ni hago tantos comentarios sobre otras personas. Pero pronto el efecto se disipa, y soy el mismo que antes. Es como agua en un colador, por supuesto. Y ahora él nos dice que eso es todo.
Siguieron reflexionando sobre la imagen del colador sin lograr ninguna solución que los satisficiera a todos. Algunos pensaron que el maestro les decía que las personas como ellos en este mundo sólo podían aspirar a una elevación transitoria, otros creyeron que el maestro simplemente les estaba tomando el pelo. Otros pensaron que tal vez se estaría refiriendo a algo en los clásicos que suponía que ellos sabían… buscaron, entonces, referencias sobre un colador en la literatura clásica, sin ningún éxito.

Con el tiempo, el interés de todos se desvaneció, excepto el de una mujer que decidió ir a ver al maestro.

Él le dio un colador y un tazón, y fueron juntos a una playa cercana. Se pararon sobre una roca rodeados por las olas.

¡Muéstrame cómo llenas un colador con agua!, le dijo el maestro.
Ella se inclinó, tomó el colador en una mano y comenzó a llenarlo con el tazón. El agua apenas llegaba a cubrir la base del colador y luego se filtraba a través de los agujeros.

Con la práctica espiritual es lo mismo, dijo el maestro, mientras uno permanece de pie en la roca del Yo e intenta llenarla con cucharadas de conciencia divina. No es ése el modo de llenar un colador con agua, ni nuestra esencia con vida divina.
Entonces, ¿cómo se hace?, preguntó la mujer.
El maestro tomó el colador en sus manos y lo arrojó lejos al mar. El colador flotó unos instantes y después se hundió.

Ahora está lleno de agua, y así permanecerá. dijo el maestro. Ese es el modo de llenar un colador con agua, y es el modo de realizar la práctica espiritual. No se logra vertiendo pequeñas dosis de vida divina en la individualidad, sino arrojando la individualidad dentro del mar de la vida divina.
Autor Desconocido

domingo, 28 de noviembre de 2010

Diferencia entre una persona cobarde y una valiente

En principio no hay mucha diferencia entre una persona cobarde y una valiente. La única diferencia es que el cobarde escucha sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y continúa su camino. La persona valiente se adentra en lo desconocido a pesar de todos los miedos. VALENTÍA es adentrarse en lo desconocido a pesar de todos los miedos. La valentía no es falta de miedo. La falta de miedo surge cuando cada vez te vuelves más valiente. La falta de miedo es la experiencia absoluta de la valentía; es la fragancia de la valentía cuando ésta es absoluta. Pero, en principio, no hay tanta diferencia entre una persona cobarde y una valiente. La única diferencia es que el cobarde presta atención a sus miedos y se deja llevar por ellos, mientras que la persona valiente los aparta y sigue su camino. La persona valiente se adentra en lo desconocido a pesar de todos sus miedos. Conoce el miedo, sabe que está ahí. Cuando te adentras en un mar desconocido, como hizo Colón, tienes miedo, un miedo terrible, porque nunca sabes lo que puede suceder. Abandonas la orilla de la seguridad. En cierto sentido, estabas perfectamente, pero te faltaba una cosa: la aventura. Te emociona adentrarte en lo desconocido. El corazón empieza a latir de nuevo, estás vivo de nuevo, totalmente vivo. Todas las células de tu ser están vivas porque has aceptado el desafío de lo desconocido. Aceptar el desafío de lo desconocido, a pesar de todos los miedos, es valentía. Los miedos están ahí pero, si sigues aceptando el reto, poco a poco, esos miedos irán desapareciendo. La experiencia de felicidad que nos produce lo desconocido, el gran éxtasis que empieza a suceder con lo desconocido, te vuelve más fuerte, te da integridad, agudiza tu inteligencia. Por primera vez, empiezas a sentir que la vida no es sólo aburrimiento, sino aventura. Después, poco a poco irán desapareciendo los miedos y siempre estarás buscando alguna aventura. Pero, básicamente, la valentía es arriesgar lo conocido por lo desconocido, lo familiar por lo no familiar, lo cómodo por lo incómodo, una ardua peregrinación a un destino desconocido. Uno nunca sabe si será capaz de conseguirlo o no. Es apostar, y sólo los jugadores saben lo que es la vida.

EL TAO DEL CORAJE
La vida no escucha tus razonamientos; va por su propio camino sin detenerse. Tú tienes que escuchar a la vida, la vida no va a escuchar tus razonamientos, no le interesan tus disquisiciones.
Cuándo vas por la vida, ¿qué te encuentras? Se acerca una gran tormenta, y los árboles grandes se caen. Deberían sobrevivir, según Charles Darwin, porque son los más aptos, los más fuertes, los más poderosos. Fíjate en un viejo árbol de ocho metros de altura y trescientos años. La misma presencia del árbol da fuerza, da sensación de fuerza y poder. Hay millones de raíces que se han extendido por la tierra, profundizando para que el árbol esté de pie con todo su poder. El árbol, por supuesto, lucha, no quiere claudicar, no quiere rendirse…
pero cae durante la tormenta, muere, ya no está vivo y toda la fuerza que tenía se ha ido. La tormenta ha sido demasiado, la tormenta siempre es demasiado, porque viene de la totalidad y el árbol sólo es individual.
También hay plantas pequeñas y hierba corriente; cuando llega la tormenta la hierba cede, por eso la tormenta no puede hacerle daño. Como mucho la limpiará bien, nada más; arrastrará toda la tierra que se haya ido acumulando sobre la hierba. La tormenta le da una buena ducha, y cuando se acaba, las pequeñas plantas y las hierbas están de nuevo bailando felices. La hierba casi no tiene raíces, hasta un niño la puede arrancar, pero ha vencido a la tormenta. ¿Qué ha ocurrido?
La hierba ha seguido el camino del Tao, el camino de Lao Tzu, y el árbol ha seguido el camino de Charles Darwin El gran árbol era muy racional: intentó resistirse, intentó demostrar su fuerza.
Si intentas demostrar tu fuerza, serás derrotado. Todos los Hitlers, Napoleones y Alejandros son árboles grandes, fuertes. Serán derrotados. Los Lao Tzus son pequeñas plantas: nadie las puede derrotar porque siempre están dispuestas a ceder. ¿Cómo vas a derrotar a alguien si está dispuesto a ceder, si dice: «Ya me has derrotado», si dice: «Señor, disfrute de su victoria, no hace falta que se moleste, ya me ha vencido»? Incluso un Alejandro se sentiría inútil delante de un Lao Tzu no podría hacer nada. Esto es exactamente lo que sucedió…
Extracto del Libro Coraje…
by Osho…

martes, 2 de noviembre de 2010

Religión Vs Espiritualidad

* La religión no es sólo una, sino cientos. * La espiritualidad es una.

* La religión es para los que quieren seguir los rituales y la formalidad.* La espiritualidad es para los que quieren alcanzar la Ascensión Espiritual sin dogmas.

* La religión es para los dormidos. * La espiritualidad es para los despiertos.

* La religión es para aquellos que necesitan que alguien más les diga qué hacer, quieren ser guiados. * La espiritualidad es para los que prestan oídos a su voz interior.

* La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas e incuestionables que has de seguirse sin chistar. * La espiritualidad te invita a razonarlo todo, cuestionarlo todo y decidir tus acciones asumiendo las consecuencias.

* La religión amenaza y amedrenta. * La espiritualidad te da paz interior.

* La religión habla de pecado y de culpa. * La espiritualidad te dice "ya pasó, no te remuerdas por lo que ya pasó, más bien levántate y aprende del error.

* La religión lo reprime todo, te vuelve falso. * La espiritualidad lo trasciende todo, te hace verdadero.

* La religión se te inculca desde niño, como la sopa que no quieres tomar.* La espiritualidad es el alimento que tú mismo buscas, que te satisface y es gustoso a los sentidos.

* La religión no es Dios. * La espiritualidad es el TODO y por lo tanto es Dios.

* La religión inventa. * La espiritualidad descubre.

* La religión no indaga ni cuestiona. * La espiritualidad lo cuestiona todo.

* La religión es humana, es una organización con reglas. * La espiritualidad es DIVINA, SIN reglas.

* La religión es causa de división. * La espiritualidad es causa de unión.

* La religión te busca para que creas. * La espiritualidad la tienes que buscar tú.

* La religión sigue los preceptos de un libro sagrado. * La espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros.

* La religión se alimenta del miedo. * La espiritualidad se alimenta de la confianza.

* La religión te hace vivir en el pensamiento. * La espiritualidad te hace vivir en la conciencia.

* La religión se ocupa del hacer. * La espiritualidad se ocupa del SER.

* La religión es lógica. * La espiritualidad es dialéctica

* La religión te alimenta el ego. * La espiritualidad te hace trascenderlo.

* La religión te hace renunciar al mundo. * La espiritualidad te hace vivir en Dios, no renunciar a Él.

* La religión es adoración. * La espiritualidad es meditación.

* la religión es seguir formando parte de la psicología de las masas. * La espiritualidad es individualidad.

* La religión sueña con la gloria y el paraíso. * La espiritualidad te hace vivirlo aquí y ahora.

* La religión vive en el pasado y en el futuro. * La espiritualidad vive en el presente, en el aquí y ahora.

* La religión es un encierro en tu memoria. * La espiritualidad es LIBERTAD en CONSCIENCIA.

* La religión cree en la vida eterna. * La espiritualidad te hace consciente de ella.

* La religión te da (promesas) para después de la muerte. *La espiritualidad te da (la iluminación) encontrar a Dios en tu interior, en esta vida, en el presente, en el aquí y el ahora...

Que la paz y la alegría sigan creciendo en tu corazón

autor desconocido