viernes, 25 de marzo de 2011

Atacar a los que necesitan que se les enseñe, es perder la oportunidad de poder aprender de ellos. (T14.V.5.8)

La enseñanza de Jesús nos dice que enseñando aprendo.
De hecho todo el tiempo estamos enseñando y aprendiendo.
Cuando la enseñanza sale guiada desde el ego, estamos generando conflictos en los hermanos y en nosotros mismos.
Conflictos que alimentan la separación en las mentes de todos.
Conflictos porque la información que estamos usando, no importa cuál sea, está saliendo desde un DAR atrapado a las leyes del mundo, con condiciones.
Conflictos porque las “condiciones personales” no han sido superadas para poder ser manifestadas en un RECIBIR de armonía y paz.
Conflictos porque en vez de enseñar con corrección y liberar, se enseña el conflicto aprendido y no liberado.
La enseñanza de Jesús nos dice que tenemos que deshacer todo lo aprendido, es decir, la forma antigua de cómo enseñábamos o aprendíamos.
El trabajo personal de deshacimiento junto al Espíritu en cada uno de nosotros es el camino que se va abonando en nuestras mentes, para que florezca ese momento en el cual la enseñanza se manifieste completamente desde el Espíritu.
Y cuando la enseñanza verdaderamente sale guiada desde el Espíritu, aún siendo uno de los objetivos del Espíritu revivir el ego en nosotros, para poder darnos cuenta de nuestros sentires, y cambiar ese atrapamiento mental entregándosela a Él para su correcta liberación, jamás deja a los hermanos en conflictos, porque el amoroso Espíritu está regalándole:
* al que está en el rol de enseñar: el aprender como se trabaja con Él, desde Su Luz, desde Su Paz y desde Su Armonía, como también el aprender-aceptando los regalos no armoniosos que llegan desde los hermanos presentes, para que con la ayuda de Él lo liberemos.
* al que está en el rol de aprender: recibirá del Espíritu en su mente toda la información necesaria para darle claridad a su mente, pero de una manera congruente en pensamientos, palabras y acciones. Y también le regala la gran oportunidad de desarrollar la Gratitud por todos los instantes, que se abren a través del canal que se presta para enseñar, por la gran oportunidad de liberar todos los conflictos que se puedan estar vivenciando.
Todos vivimos oscilando de un rol a otro. Lo importante es saber que ninguno es más importante que otro, ambos son necesarios en el proceso interno de transformación mental. Ambas nos ayudan a negar todas nuestras manifestaciones de la culpabilidad, por lo tanto no perdamos nuestras oportunidades.
Con amor.,
Carmen C León Luque

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