En estos últimos años todos los mapas energéticos del cuerpo están
cambiando. Sean chakras o meridianos, se trate de nadis o de puntos de
acupuntura, nos vamos dando cuenta de que cada una de estas realidades
esconde varias capas superpuestas de información.
No podemos seguir apegados a las viejas enseñanzas de cuarta
dimensión y hemos de elevarnos en nuestra visión y comprensión sutil.
Los chakras son multidimensionales y hay doce capas en cada uno de
ellos, además de que algunos actúan desde una doble polaridad. Respecto a
la capacidad de comunicarse con las células, hay que interactuar con
los campos magnéticos para conseguirlo, además de usar la fuerza de la
gravedad, relacionando nociones de física con otras de biología y
química.
Cada tiempo tiene sus creencias y sus paradigmas, así como los
sueños colectivos pendientes de realización, que muestran las ilusiones
de lo que está por venir en cada época determinada. En una atmósfera
semejante llegan los libros sagrados, desde la Bhagavad Gita hasta
Urantia, desde los Puranas y los Tantras hasta el curso de Milagros.
En la actualidad hemos
asumido un nuevo paradigma más amplio y es necesario que el pasado quede
atrás. Tenemos que reescribir los libros sagrados con lo nuevo que está
desplegándose en este instante. Los manuales y libros de enseñanzas han
sido válidos hasta hace poco tiempo, pero hoy todo ha cambiado. Cada
libro es apropiado a su época, pero si nuestra realidad cambia, todo
cambia. Los únicos libros que deben servirnos de guía interna están
escritos con sangre en nuestro propio corazón. E incluso esos libros los
estamos reinventando a cada momento.
Es hora de preguntarme frente a un espejo qué es lo que me hace
feliz en la vida, el trabajo que quiero realizar y lo que ya me resulta
tan pesado que es hora de dejarlo correr para sentirme de una vez libre y
ligero. El cambio es atractivo, excitante, una renovación de lo viejo.
Es la energía de Shiva, el destructor, de lo que está inmovilizado, de
lo que no evoluciona.
En este proceso existen
pozos donde podemos caer, pero no se trata de perder el coraje, ni de
deprimirse y llenarse de angustia. Mantén el amor fluyendo como el agua y
pronto pasará. Entiende qué futuro quieres vivir y engánchate a
él en medio de la tormenta. No aceptes otra cosa más que lo que has
decidido, aunque el mundo te quiera llenar de temores y de
imposibilidades.
Transforma el estrés en comprensión
y haz ejercicio, yoga, baila, entra en la sauna, medita o descansa,
antes de que el estrés traspase un límite en que se vuelve intratable.
Ya está bien de dividir al mundo entre amigos y enemigos, entre gente
buena y gente mala. El mundo es uno y todo sirve al espíritu.
Desarrolla la compasión, en vez de la cólera y el conflicto.
Sé como el sol que no elige a sus beneficiarios.
Hay que tomar decisiones inmediatas cuando sentimos que es el momento oportuno, aunque esto signifique lanzarse al vacío.
Muchas cosas estarán saliendo de tu vida, no las retengas, simplemente deséales lo mejor.
Quedarás sólo pero eso permitirá que nazca lo nuevo.
Mientras tanto, cubre a la tierra con un manto de luz y amor, y nunca olvides que TODOS SOMOS UNO.
Miyo
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