domingo, 17 de noviembre de 2013

Oración para recuperar a nuestro niño (a) interior

¿Sabías que si sanás con vos, sanás con los demás?
Está demostrado que los 7 primeros años de nuestra infancia van a condicionar el resto de nuestra vida, social, laboral y sobre todo a nivel afectivo, es decir cualquier cosa que haya quedado pendiente de sanar en nuestra infancia va a afectar de manera negativa a nuestras relaciones de adultos, por ejemplo a veces pensamos que estamos enojados con la pareja, cuando en realidad es que estamos enojados con uno de nuestros padres.
Es decir cuando éramos pequeños teníamos una NECESIDAD REAL que esperábamos recibir de nuestros padres amor incondicional, seguridad, apoyo, confianza, pero a veces no pudieron darnos todas esas cualidades que tanto necesitábamos, y eso nos ha dejado una herida de forma que vamos arrastrando a nuestro niño herido con cada persona que nos encontramos en la vida.
Dentro de vos vive un niño (a), no importa la edad que tengas ahora, porque en zonas profundas de tu ser, habita un(a) niño(a) y su estado psicológico determina emociones o sentimientos predominantes, formas de reaccionar, importantes rasgos de tu personalidad y muchas experiencias que estás viviendo o atrayendo, a tu vida de adulto. Desde que estamos en el vientre de nuestra madre, en una profunda conexión vital con ella, nuestro cerebro está almacenando impresiones emocionales y afectivas que se guardan en un cerebro emocional. En el momento del parto se produce nuestro primer shock emocional, por la salida a un mundo extraño y amenazante, muy diferente a aquel tibio acuático y protegido, donde habitamos por nueve meses.
Cualquier situación que afecte fuertemente a un niño, de aparición brusca, que no se está capacitado para comprender, y que provoque un impacto emocional intenso, es considerada un trauma. Estas experiencias no se recuerdan conscientemente, porque quedan reprimidas en la memoria del inconsciente, como una forma de evitar dolor y sufrimiento, sin embargo el bloqueo. Es muy importante que prestes atención a tu relación con vos mismo (a), ya que de eso dependerá el éxito o fracaso en tus relaciones futuras.
Si ya te diste cuenta de eso y no estas haciendo nada, ¿No creés que ya es tiempo de recuperarTE, de amarTE y sobre todo de CUIDARTE, como nadie lo ha hecho?
De VOS depende ser feliz o no serlo…
Iniciemos con una oración para reconectarnos con nosotros mismos.

Oración para recuperar a nuestro niño (a) interior.
Divinidad, que hay en mi, amado Padre/Madre Dios, te pido por favor que borres las memorias tóxicas, dolorosas que hay en mi, en mis células que son las que impiden que yo sea libre. Ya que el dolor es tan grande por no poder verme como vos me ves, como vos me creaste, una alma pura y libre.
Te pido con todo mi amor, que vuelva a sonreír, a ser espontáneo (a), que la frescura de mi sonrisa vuelva para que de esta manera se manifieste en mis acciones. Se que al recuperarme a mi mismo (a) recupero la alegría por la vida. Se que me he fragmentado en miles de versiones que no soy, para agradar a los demás, para sentirme aceptado (a), valorado (a), reconocido (a), amado (a).
Te pido que abras mi corazón para que mi Yo adulto, sepa cuidar a mi Yo más joven, a mi niño (a) que necesita de ser escuchado, cuidado, amado, protegido, respetado, valorado. Se que con la fuerza que vos amada Divinidad me das será posible que por fin me pueda integrar con dulzura y suavidad para siempre.
Se que todos tenemos un niño (a) que está buscando desesperadamente cubrir sus necesidades para manifestar en este plano la felicidad y sobre todo la libertad.
Gracias por haber escuchado mi pedido, todo está dado y concedido.
Amen

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