A
menudo hemos oído o leído, en alguno de los medios alternativos a los
que accedemos, que nosotros creamos nuestra realidad, que la capacidad
humana para la creación es innata y la empleamos por defecto,
normalmente de forma inconsciente. Esto así dicho queda muy bonito, pero
nadie nos cuenta el mecanismo por el cual nosotros creamos y damos
forma a esa realidad que nos acucia y nos llena de dramas. Porque en
realidad, nadie en su sano juicio crearía toda esa cantidad de problemas
que nos acosa y agobia día a día. Entonces… ¿Qué clase de realidad
estoy creando? ¿Cómo puedo saber que lo que me llega lo he creado yo
mismo? Debemos entender que la ley de creación y la de atracción van
solapadas y donde termina la una, empieza la otra, por lo tanto de nada
servirá crear una situación propicia si luego no sabemos atraerla.
La
realidad que creamos es proyectada por nuestra mente previamente. Todos
nuestros pensamientos se van formando en una realidad sutil. Esta
realidad ilimitada en espacio y posibilidades, recoge toda nuestra
creación mental y la hace tomar forma. Una vez nuestro pensamiento toma
forma en esa proyección mental, esa forma física creada con nuestra
mente, queda pendiente de nuestra orden, para ser atraída a nuestra
realidad física cotidiana. Nuestras creaciones mentales no suelen ser
cosas físicas, sino más bien situaciones, encuentros o lo que se ha
llamado como sincronicidades. Con nuestro pensamiento tejemos una
realidad que para que tome forma debemos alimentarla energéticamente y
mentalmente, cuanto más presente tengamos esta proyección mental en
nuestro consciente más posibilidades tendremos, que esa realidad se haga
real.
Tenemos
herramientas a nuestro favor, para ayudarnos a crear ese tejido, una de
ellas es programar nuestro subconsciente para que trabaje en segundo
plano en esa realidad que deseamos crear, también tenemos nuestra voz,
el sonido es la herramienta más potente a la hora de ayudar a tomar
forma las proyecciones mentales que diseñemos, haciendo que decretemos
esa realidad y la atraigamos hacia nosotros con una mayor rapidez.
Nuestro subconsciente habitualmente está acostumbrado a proyectar
realidades negativas, la peor versión de nosotros, nos han enseñado a
hacerlo así y es muy difícil desprogramarnos, pero no imposible. Debemos
empezar a confiar en nosotros mismos y empezar a pensar, que nosotros
somos capaces de cualquier cosa que nos propongamos y además de ser
capaces, somos exitosos, y ese proyecto mental que prevemos en un
futuro, va a concluirse con éxito. Esta forma de pensamiento positivo
básico, es el modo con el que nosotros mismos podemos programar nuestro
subconsciente y provocar que trabaje en segundo plano en lo que
realmente deseamos Crearemos una situación de realidad sencilla para
entender cómo funciona el mecanismo por el cual, nuestra mente crea
nuestra realidad. Vamos a crear un encuentro con una persona conocida a
la que hace un tiempo que no vemos y con el cual no es fácil coincidir,
por ejemplo. Una vez tenemos claro que queremos y deseamos ese encuentro
con esa persona, creamos mentalmente la situación en el que se efectúa
ese encuentro, trabajaremos en esa proyección mental, varias veces
durante el día y decretaremos mediante nuestra voz esa proyección mental
que hemos dado forma, de la siguiente forma “Voy a encontrarme con…” lo
repetiremos varias veces y siempre posteriormente a nuestro trabajo
mental.
Una
vez ese pensamiento ha sido creado y alimentado energéticamente, hasta
darle forma y es decretado, solo debemos atraerlo y esto se producirá,
no sabrás como ni cuando, pero lo que es seguro es que esa situación que
creamos mentalmente, se producirá y se hará realidad en nuestra
realidad física. Una vez entendamos el mecanismo por el cual nuestra
realidad es el resultado de nuestra proyección mental, la cual damos
forma física y la atraemos a nuestra realidad, tendremos la herramienta
para afrontar nuestros encuentros y nuestras situaciones dramáticas, con
un resultado distinto al que quizás previamente pudieras pensar. Quizás
aun estés en un plano escéptico, lógico y racional, pero cuantas veces
te has enfrentado a situaciones en las que ibas condicionado previamente
y se han hecho realidad. “No me van a contratar” “No se va a fijar en
mi…” “Fijo que me despiden…” y al final el resultado es ese que tu
creías que por lógica se iba a propiciar, pero en realidad, TU lo
creaste así y lo decretaste de ese modo.
Nos
proyectamos negativamente por defecto y el resultante suele ser
negativo, si nuestros pensamientos son positivos y enfocados a un
resultado exitoso las probabilidades de que el resultado lo sea, son
enormes. Como decía, nuestros pensamientos proyectados mentalmente no
son eternos y debemos alimentarlos para propiciar su materialización, si
por un tiempo abandonamos esa creación se desmaterializara la
posibilidad de que en un futuro podamos atraerla a nosotros, por eso es
importante saber programarnos, para que nuestra mente trabaje
constantemente e inconscientemente en fabricar la realidad que a
nosotros nos resulte más propicia. Piensa que todo lo creado es solo una
proyección mental de alguien superior y que tú como ser superior que
eres en este plano físico, tienes la capacidad de materializar la
realidad que se adecue a la experiencia que deseas crear para ti en este
mundo.
Ponerte
manos a la obra es relativamente sencillo y no requiere de un gran
esfuerzo, estás acostumbrado a crear a diario, aunque no eres totalmente
consciente de tus creaciones, desde ahora comienza a crear a tu gusto
la realidad que deseas, el resultado que necesitas, la situación que te
sea propicia, toma el poder de la realidad en la que vives, aíslate de
los dramas ajenos, las negatividades que desde el sistema nos dan con
barra libre y empieza a forjar aquello que sabes que puedes lograr
porque tú sabes de lo que eres capaz. Comienza a ver el vaso medio lleno
dentro de tu cotidianidad más próxima y veras como cuando comiences a
acostumbrarte a crear de forma positiva, tu vida da un vuelco y sales de
ese bucle que creías no acabaría nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario