La Matriz Divina es un campo de energía que contiene todo lo que
ocurre en el mundo, en nuestro interior y en el exterior de nuestro
cuerpo. Es un puente entre nuestras creencias y la realidad que vivimos.
De tal manera que esta es
un espejo de aquellas.
un espejo de aquellas.
A través de nuestras relaciones con los demás, nos presenta los más
claros ejemplos de lo que en realidad son esas creencias.
Independientemente de lo que nos enseñan nuestros espejos, es pasando
tiempo con los demás que se activan las emociones y los sentimientos
apropiados, en el momento preciso de nuestras vidas, para ayudarnos a
sanar nuestras mayores penas y nuestras heridas más profundas. Debido a
que casi nunca nos quedamos “estancados” en la alegría, las relaciones
puramente agradables generalmente no activan las lecciones más profundas
de la vida.
Las relaciones son nuestra oportunidad de vernos en todas las formas
imaginables. Desde las mayores traiciones a nuestra confianza, hasta los
intentos más desesperados de llenar nuestro vacío, todas las personas
nos muestran algo sobre nosotros mismos.
Si tenemos la sabiduría de reconocer los mensajes que nos están
siendo reflejados, descubrimos las creencias que causan el sufrimiento
en nuestras vidas. ¿Reconoces el mensaje que te estás enviando a ti
mismos por medio de la Matriz Divina?
La Matriz Divina ofrece una superficie neutra que simplemente refleja
lo que se proyecta en ella. Vivir en un universo en donde lo que
sentimos respecto a nosotros se refleja en el mundo que nos rodea, se
convierte en algo importante a la hora de reconocer lo que nos están
diciendo nuestras relaciones.
EL PRIMER ESPEJO: REFLEJA EL MOMENTO
¿Sabes que existe una relación entre lo que hacemos y lo que pasa en
el mundo? Si estás viendo tus creencias representadas a través de tus
espejos, entonces están ocurriendo ahora mismo. ¿Qué estás viviendo
ahora? ¡No es una casualidad, presta atención! Éste es el valor de
nuestros espejos, su inmediatez nos ayuda a comprender las conexiones
reales y subyacentes entre eventos en apariencia dispares.
Una vez que es reconocido un patrón negativo puede ser sanado.
Cualquier reflejo que veamos nos brinda una oportunidad preciosa. Con
mucha frecuencia descubrimos que los patrones negativos reflejados en
nuestras vidas están enraizados en uno de los tres miedos universales:
el miedo a la separación y al abandono, el miedo a no tener autoestima, y
el miedo a entregarnos y confiar. (Exploremos cada uno de ellos en
próximas entradas)
Los animales son grandes espejos para activar las emociones sutiles
que llamamos “problemáticas.” En la inocencia de ser lo que son, pueden
encender poderosas emociones de control y juicio respecto a la forma en
que las cosas deberían o no deberían ser. Los gatos son un ejemplo
perfecto. Y, por la misma razón, salvando las distancias, yo añado a los
niños, como pudimos comprobar en “Tu hijo, tu espejo”.
Algunas veces, el reflejo del momento puede estar mostrándonos algo
más sutil de lo que estamos haciendo en nuestras vidas; a veces nos
revela lo que juzgamos en nuestras vidas. ¿Cuántas veces atraes a tu
vida personas que hacen ostensibles cualidades que te molestan
soberanamente? A mí me costó años verlo. No entendía que atrajera a
personas poco comprometidas. ¿Por qué la vida no me devolvía el mismo
compromiso con el que yo me entregaba en los diferentes proyectos? ¡Por
fin lo comprendí! La falta de compromiso de estos individuos activaban
una carga emocional en mí porque eso es precisamente lo que juzgaba
constantemente.
El reconocimiento del juicio reflejado en una relación es un
descubrimiento poderoso, que tiene repercusiones que tocan cada aspecto
de la vida. Agradece a las personas que te ayudan a tomar conciencia de
esta lección. Yo lo hago y vivo sin rencor.
EL TERCER ESPEJO: REFLEJOS DE LO QUE HEMOS PERDIDO, ENTREGADO O NOS HAN DADO
¿Alguna vez has sentido un magnetismo inexplicable hacia otra persona
o te acaban de presentar a alguien y sientes que es como si le
conocieras de toda la vida? Seguramente sí. Pues que sepas que esa
fuerza misteriosa hacia el otro, ese fuego que te hace sentir tan vivo,
¡no es el otro, eres tú!
Cada vez que confiamos lo suficiente como para amar o darle cariño a
alguien y esa fe es violada, perdemos un poco de nosotros en la
experiencia. Nuestra renuencia a exponernos de nuevo a dicha
vulnerabilidad es nuestra protección; es la manera en que sobrevivimos a
nuestras heridas más profundas y a las mayores traiciones.
La buena noticia es que esas partes nuestras que parecen ausentes
jamás se han ido del todo, simplemente están escondidas y enmascaradas
para salvaguardarlas. ¡Recuerda que la base de tu verdadera naturaleza
jamás puede perderse! Reconocer la forma en que la enmascaramos es
embarcarnos en un camino veloz hacia la sanación.
Por cada parte de nosotros que cedemos para llegar a ser lo que
somos, queda una vacío esperando ser llenado. Quizás te estés
preguntando qué necesidad tenemos nosotros de desprendernos de partes de
nosotros mismos para después pasarnos media vida buscándolas en otros.
¡Es una cuestión de supervivencia emocional o física! (es posible que de
niño descubrieras que es más fácil permanecer en silencio que emitir
una opinión bajo el riesgo de ser ridiculizado o invalidado, ahí, por
ejemplo, cediste una parte de ti) El caso es que cuando nos encontramos
con aquel que tiene las mismas cosas que hemos entregado, nos sentimos
bien a su lado, nos hace sentir enteros de nuevo. Por eso nos sentimos
poderosa e irresistiblemente atraídos hacia él, hasta que recordamos que
nos sentimos tan atraídos por algo que todavía tenemos en nuestro
interior… solamente que está dormido. En la conciencia de que seguimos
poseyendo esas características y rasgos, podemos desenmascararlos y
reincorporarlos a nuestras vidas. Reconocer nuestros sentimientos hacia
los demás por lo que son, y no por lo que nuestro condicionamiento ha
hecho de ellos, es la clave del tercer espejo de las relaciones.
Cuando te encuentres con alguien en tu vida que active un sentimiento
de familiaridad te invito a que te sumerjas en el momento. Algo raro y
precioso está ocurriendo en ambos: acabas de encontrar a alguien que
guarda las piezas que tú estás buscando: a menudo es una experiencia
mutua, ¡y la otra persona se siente atraída hacia ti por la misma razón!
Si procede, comienza una conversación, cualquier cosa para mantener el
contacto visual. Mientras hablas, hazte mentalmente esta sencilla
pregunta: ¿Qué veo en esta persona que he perdido en mí, que he
entregado o que me han quitado?
Esos breves instantes son tu oportunidad de sentir la alegría y la
euforia del momento, pues encontramos la plenitud en nuestros seres
cuando los demás nos reflejan nuestra verdadera naturaleza. ¿No te
parece bonito? A mí me parece tremendamente bello, y humano… cuando
tomas conciencia de ello, claro, sino sentirte constantemente atraído
por otras personas puede traerte muchos quebraderos de cabeza; bueno,
igual no.
EL CUARTO ESPEJO: REFLEJOS DE NUESTRA NOCHE OSCURA DEL ALMA
La Noche Oscura del Alma es una época de tu vida en que atraes una
situación que representa lo que para ti son sus peores miedos.
Hay una diferencia sutil pero significativa entre dejar nuestros
empleos, amigos y relaciones amorosas porque nos sentimos completos y
quedarnos con ellos por miedo ¡a que no haya nada mejor para nosotros!
¿Cuántas veces te has aferrado a una relación en la que no te
encontrabas bien hasta esperar que llegase algo mejor? Este apego puede
ser causado por nuestra inconsciencia de lo que estamos haciendo, o
porque tenemos miedo de remover todo y enfrentar la incertidumbre de no
saber qué sigue después. Haz un ejercicio de honestidad y pregúntate
¿realmente estoy dónde y con quién quiero estar o estoy, por dentro,
pidiendo a gritos un cambio y me siento frustrado porque no sé cómo
compartir esta necesidad con las personas cercanas a mi?
Un día, seguramente cuando menos lo esperas, ¡zas!, ocurre.
Aparentemente de la nada, aparecen en tu vida todas esas cosas por las
que esperabas y que tango anhelabas. ¿No es genial? Se presentan las
circunstancias perfectas (otra persona, otro curro…) para dejar a tu
pareja o tu trabajo actual. Así que te lanzas de lleno hacia ellas como
si no existiera un mañana… precipitándote a un abismo que no te
esperabas. ¡Así es la vida, amigo! Tomar decisiones desde el miedo tiene
sus consecuencias ¡Apechuga!
Y es que ante tanta emoción no te estás dando cuenta de que esto no
es más que un señuelo para generar el cambio que necesitas. La vida te
pone en bandeja lo que tanto deseas para que no puedas resistirte, de lo
contrario jamás darías el salto. Nadie se levanta una mañana y dice “a
ver… creo que hoy voy a renunciar a esto que tengo seguro y entrar en mi
noche oscura del alma a enfrentarme con mis miedos” ¡Parece que no es
así como funcionamos!
Tú tranquilo, que uno solamente puede ser atraído hacia esta dinámica
cuando su maestría de la vida envía la señal de que está listo. En
realidad fuiste tú quien te trajo hasta aquí, por lo que una vez que
comprendas por qué te duele tanto, la experiencia comienza a adquirir un
significado diferente. Es sólo cuando tenemos dichas experiencias sin
comprender lo que son o por qué las estamos viviendo, que podemos
enfrascarnos en años, o hasta en vidas, de un patrón que puede robarnos
literalmente las cosas que más amamos… incluyendo la vida misma.
EL QUINTO ESPEJO: REFLEJOS DE NUESTROS MAYORES ACTOS DE COMPASIÓN
Se trata de la compasión hacia nosotros mismos, hacia lo que somos y
en lo que nos hemos convertido. ¿Cómo sería de distinta tu vida si
permitieras que todo lo que haces fuera perfecto tal como es, sin
importar como resulten las cosas? La excelencia consiste en hacer y
crear todo al máximo de tus capacidades, ¿puede haber algo más
grandioso? No, a menos que lo compares con algo distinto. La sanación
más profunda de nuestras vidas también se puede convertir en nuestro
mayor acto de compasión. Es el cariño que nos damos a nosotros mismos.
MÁS ALLÁ DE LOS ESPEJOS
Aunque ciertamente hay otros espejos que nos muestran secretos
todavía más sutiles de nuestra verdadera naturaleza, los que acabo de
describir aquí son los cinco espejos que nos permiten la mayor sanación
en las relaciones de la vida. Cada espejo es un peldaño hacia un nivel
mayor de dominio personal. Una vez que los conoces, ya no puede
“desconocerlos”. Una vez que los ha visto recrearse en tu vida, no
puedes “dejar de verlos”. Sólo queda aprender la lección y seguir
adelante ¿Vamos juntos?
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