Médicos alemanes de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Berlín han descubierto que entre las glándulas pineal y pituitaria
existe un fino canal más delgado que un cabello, que úne las hormonas
que secretan ambas y cuando ello ocurre químicamente, se produce un
estado místico en la persona. La unión de estas dos secreciones
hormonales puede facilitarse voluntariamente cuando la persona mediante
métodos específicos, logra cruzar el umbral que separa al ser físico del
ser divino que lo complementa.
La Ciencia del siglo XXI explica desde la física, la química y la
biología, algo que desde hace décadas se nos decía desde las Energías
Superiores. Hoy informamos que según las últimas canalizaciones llegadas
durante el 2007, a través de Maestros Ascendidos, tanto la glándula
pineal como la pituitaria, unidas, constituyen el más alto portal
vibracional del cuerpo humano. Es el sistema endocrino, el portal que
úne lo físico de la materia vital y con los reinos de la energía
luminosa. Es así como esta fusión química al ingresar al torrente
sanguíneo producen un aumento vibracional, que produce ondas balanceadas
de energía, que la persona siente armónica y equilibradamente.
Los efectos son diferentes en cada individuo, ya que el subconsciente
manifiesta sus propiedades acordes con cada personalidad. La
combinación de esa explosión lumínica, más las manifestaciones del
subconsciente dan paso a la apertura de la catedral del alma, y el ser
se encuentra con su esencia.
Hay muchos sobre tu bendito plano que están luchando arduamente para
estar —y así es en verdad— iluminados,algo realmente valioso. Sin
embargo, hay muy pocos que entienden verdaderamente lo que el término
significa.
Estar iluminado simplemente significa estar «en luz de», tener
cocimiento de; tener conocimiento disponible para poder aplicarlo de
cualquier modo que elijas.
¿Cómo se llega a la iluminación?
No por medio de la unción. La única manera de llegar a la iluminación
es permitiendo que el pensamiento entre en tus propios procesos de
pensamiento, abrazándolo hasta la emoción y experimentándolo hasta la
sabiduría.
¿Por qué es importante el conocimiento?
Es tu mayor tesoro. Pues cuando has sido despojado de todo lo demás,
lo único que permanece y que nunca te será arrebatado es el conocimiento
que te da la capacidad para crear otra vez. Cuando tienes el
conocimiento, tienes libertad, tienes opciones; puedes construir reinos
ilimitados.
Cuando tienes el conocimiento, no hay nada que temer; pues entonces
no hay cosa, elemento, principio o entendimiento que pueda amenazarte,
esclavizarte o intimidarte. Cuando al miedo se le da conocimiento, eso
se llama iluminación.
El conocimiento permite a tu mente razonar y contemplar por encima de
lo que tú ya sabes. Te permite profundizar más en la sabiduría de todo
lo que existe, y crecer en tu capacidad de recibir incluso mayor
conocimiento. El conocimiento te urge a expandirte, a buscar una
identidad en continua ampliación, a transformarte. Así, te saca de las
fronteras de una vida limitada, llevándote hasta una extensión más
ilimitada.
A través del conocimiento y la aventura hacia el aprendizaje, aumenta
tu simplicidad. Y en esa simplicidad encontrarás la paz en el ser y la
alegría de la vida.
Ahora, me gustaría darte un entendimiento sobre la ciencia del
conocimiento: cómo es que tienes la capacidad de conocer todas las
cosas.
¿Por qué es esto importante?
Porque cualquier cosa que conozcas, en ello te convertirás. Y cuando
aprendas a conocer todas las cosas que existen, te convertirás en todo
lo que es —que es Dios— completamente: saber interior ilimitado, vida
ilimitada, la totalidad del pensamiento. Y en ello eres, una vez más, la
libertad ilimitada y la alegría de ser.
Para entender cómo puedes llegar a conocer todo lo que es, primero
debes entender que no sólo todo existe a partir del pensamiento, que es
la mente de Dios, sino que cada cosa emana el pensamiento de su ser de
vuelta a la mente de Dios.
Todas las cosas tienen un campo de luz que las rodea. No existe nada
que no esté rodeado por una corona de luz, pues eso sostiene la imagen
del pensamiento y crea el ideal hasta darle la forma llamada materia.
A través de ese campo de luz, cada cosa emana el pensamiento de su ser de regreso a lo que se llama
«flujo de conciencia» o el río de pensamiento, que es la mente de Dios.
Mira la alfombra, la planta, la luz, el cuero de tus zapatos. Mira tus manos, o a otra entidad.
¿Qué tienen estas cosas en común?
Todas ellas existen. Y por la virtud de su existencia, cada una emana
desde su ser no sólo el pensamiento de éste, sino también su conciencia
de cuanto hay a su a alrededor; es lo que se llama «percepción
colectiva».
Al mismo tiempo que la alfombra es consciente de los colores que hay
en ella o de quién se sienta sobre ella, o una planta es consciente de
la habitación donde está, esa consciencia se emite a través de la luz de
su ser hacia el flujo de conciencia. Y a cada momento esa conciencia
cambiará, pues Dios, el río de pensamiento
en el que existen todas las cosas, está en continua expansión y movimiento.
Cada sistema estelar, cada partícula de polvo, cada entidad, visible e
invisible de éste y de todos los demás universos, emana el pensamiento
de su ser hacia la mente de Dios, pues de ahí es de donde procede. Todo
vuelve al pensamiento. Así es como se saben todas las cosas.
¿Cómo tienes la capacidad de saber todo lo que hay por saber?
Tu cuerpo físico está rodeado por un maravilloso campo de luz llamado aura o campo áurico.
El aura es el campo luminoso que rodea y mantiene unida la materia de
tu cuerpo. Gracias a la fotografía Kirlian tus científicos ya han
fotografiado el primer campo circular del aura. Sin embargo, hay campos
electromagnéticos mucho más grandes aún que rodean tu cuerpo, pues el
aura se extiende desde la densidad de la electricidad —la aureola azul
que rodea tu cuerpo— hasta lo infinito del pensamiento.
El aura es el espíritu de tu ser. El espíritu de tu ser —al cual yo
llamo el Dios de tu ser— está conectado directamente a la mente de Dios,
el flujo de conciencia donde se saben todas las cosas.
Una parte del aura es un poderoso campo electromagnético de electrum
positivo y negativo. Más allá del campo electromagnético no hay
divisiones en el electrum, sino una esfera de luz indivisible que es
energía pura.
La esfera de luz permite a todo el pensamiento del río de
conocimiento fluir a través de este inmenso y poderoso campo. Los
pensamientos que tú llegarás a saber están determinados por tus procesos
de pensamiento, pues la porción electromagnética de tu aura atrae el
pensamiento hacia ti de acuerdo con tu manera de pensar.
Tu espíritu es como una criba en el banco del río de pensamiento,
siempre cambiante y en movimiento. A través de esa luz recibes la mente
de Dios, el flujo de pensamiento en donde está todo el conocimiento. De
este modo, tienes la capacidad de conocer todo lo que hay por conocer,
pues estás en el flujo continuo de toda la conciencia, el río de todo el
conocimiento.
La conciencia es como un río, y la totalidad de tu Yo —incluyendo
cada celula de tu cuerpo— se alimenta continuamente de él, pues el
pensamiento sustenta y da crédito a tu vida.
Vives del pensamiento que proviene del flujo de conciencia.
Así como tu cuerpo vive del flujo de sangre que lleva las sustancias alimenticias a cada célula,
la totalidad de tu Yo se sustenta de la sutancia de pensamiento que emana del flujo de conciencia.
Tú creas cada momento de tu existencia con el pensamiento que
proviene del flujo de conciencia. Estás continuamente tomando
pensamiento del río de pensamiento, sintiéndolo en tu alma, alimentando y
extendiendo la totalidad de tu ser a través de esa emoción, y
devolviendo tu Yo ampliado al río, lo que expande la conciencia de toda
la vida. Puede que contemples un pensamiento de creatividad este día, y
al hacerlo, el pensamiento se siente, se graba en tu alma como una
frecuencia eléctrica; y esa misma frecuencia abandona tu cuerpo y se va a
la conciencia para que alguien más la recoja y cree a partir de ella.
Todos tienen acceso a lo que tú piensas y sientes.
Ellos se alimentan de tus pensamientos y tú de los de ellos.
La conciencia está constituida por todos los pensamientos que emanan
de todas las entidades y de todas las cosas. Los pensamientos que forman
la conciencia son de diferentes frecuencias eléctricas. Algunos son
pensamientos de frecuencia muy baja o lenta, aquellos que predominan
aquí en la conciencia social. Otros son pensamientos de frecuencia más
alta: los pensamientos más ilimitados de la superconciencia.
La conciencia es la suma de todos los diferentes valores de
frecuencia de pensamiento, con cada valor de pensamiento atrayendo
valores semejantes desde todas partes.
La conciencia social es una densidad de frecuencias eléctricas de
pensamiento y, sin embargo, es más ligera que el aire. La densidad de la
conciencia social se constituye de pensamiento expresado, pensamiento
que ha sido expresado a través de la emoción por cada entidad; esto es,
está compuesta de pensamiento cristalizado, pensamiento que cada entidad
ha tomado, sentido en su alma, y distribuido a través de su campo
áurico de vuelta al río de pensamiento para que todos los demás se
alimenten de él.
Los pensamientos que alimentan tu plano son limitados, son los
pensamientos de baja frecuencia de la conciencia social. Estos
pensamientos son muy restrictivos, muy arbitrarios y muy severos, porque
tu vida está gobernada por actitudes relacionadas con la supervivencia y
el miedo a la muerte, ya se trate de la muerte del cuerpo o del ego.
Por lo tanto,tu conciencia esta ocupada por los pensamientos de
alimento, refugio, trabajo, oro; los juicios sobre lo propio e impropio,
lo bueno o lo malo; la moda, la belleza, la aceptación, la comparación,
la edad, la enfermedad y la muerte. Estos pensamientos de baja
frecuencia pasan fácilmente a través de tu campo áurico porque son los
que predominan en el modo de pensar de aquellos que te rodean. Así,
estás continuamente siendo alimentado por pensamientos limitados de una
conciencia muy estancada y restrictiva.
Y al mismo tiempo que permites que estos pensamientos te alimenten,
envías su sentimiento de regreso, regenerando y perpetuando el
pensamiento limitado del hombre.
La conciencia en vuestras grandes ciudades es particularmente
limitada, porque la mayoría de los que habitan en ellas son muy
competitivos, el tiempo y la moda tienen mucha importancia para ellos, y
son muy temerosos e incapaces de aceptarse unos a otros. Por eso, todas
vuestras grandes ciudades están envueltas por una espesa densidad de
conciencia. Lo que ven sobre vuestras ciudades aquellos que vienen de
otros universos, es una densa red de luces multicolores, pensamientos de
baja frecuencia de una conciencia muy limitada que se manifiestan como
un campo de luz.
Los pensamientos de alta frecuencia de la superconciencia son
aquellos del Ser, la vida, la armonía, la unidad, la continuidad. Son
los pensamientos del amor. Son los pensamientos de la alegría. Son los
pensamientos del genio. Son pensamientos ilimitados que están, en
verdad, más allá de ia expresión incluso de estas palabras, pues los
sentimientos del pensamiento ilimitado están por encima de las palabras
de la descripción.
Los pensamientos de alta frecuencia pueden experimentarse más
fácilmente en la conciencia de la naturaleza, lejos del pensamiento
estancado del hombre, porque allí la vida es simple, siempre continua,
sin la existencia de
tiempo y en completa armonía consigo misma. Allí, lejos del juicio
del hombre, puedes oír el latir de tu propia sabiduría interior.
¿De qué manera eres capaz de tomar el pensamiento del flujo de conciencia?
La porción electromagnética de tu aura atrae el pensamiento hacia ti
de acuerdo con tus procesos de pensamiento y tu estado de ser emocional.
Para que el pensamiento te pueda alimentar —para que lo sientas y lo
realices dentro de tu ser— primero debe ser reducido hasta una forma de
luz. Una vez el pensamiento se encuentra con el espíritu de tu ser, la
luz que rodea tu cuerpo explota en un estallido de luz. Esto es, el
pensamiento se enciende una vez se encuentra con la luz. La luz reduce
la sustancia del pensamiento; de esta forma, la luz ha atraído hacia sí
lo que se le asemeja. El pensamiento, que es invisible, se vuelve
visible a través de una explosión de luz.
El pensamiento en forma de luz, entra en tu cerebro y se transmuta en
una propulsión de luz eléctrica de una determinada frecuencia, de
acuerdo con el valor del pensamiento que está siendo recibido.
En el momento en que te vuelves consciente de cualquier cosa, estás
recibiendo su pensamiento. Y en el momento en que recibes el
pensamiento, el cerebro recibe la luz de ese pensamiento. Hay entidades
que ocasionalmente perciben destellos luminosos, normalmente en la
periferia de sus ojos.
Lo que ellos perciben, en la mayoría de los casos, es cómo su espíritu acepta el pensamiento. El momento en el que ven esta brillante manifestación de luz ante ellos, es el instante en que el pensamiento ha penetrado en su campo áurico y se ha expuesto a sí mismo dentro del cerebro.
Lo que ellos perciben, en la mayoría de los casos, es cómo su espíritu acepta el pensamiento. El momento en el que ven esta brillante manifestación de luz ante ellos, es el instante en que el pensamiento ha penetrado en su campo áurico y se ha expuesto a sí mismo dentro del cerebro.
Si cierras los ojos y ves un movimiento de colores o una expansión de
diseños, estás percibiendo el aspecto del pensamiento cuando entra en
tu cerebro.
Tu cerebro es un gran receptor de frecuencias eléctricas de
pensamiento; sus diferentes partes fueron diseñadas para recibir,
almacenar, y amplificar las diferentes frecuencias de pensamiento.
Las distintas secciones tienen diversos potenciales para almacenar y
electrificar el pensamiento de acuerdo con la densidad del agua en sus
paredes celulares. Algunas secciones tienen la capacidad de albergar y
amplificar sólo las frecuencias de pensamiento más altas; otras albergan
y amplifican sólo las frecuencias de pensamiento más bajas.
Tu cerebro no crea el pensamiento, contrariamente a la creencia popular.
Simplemente permite que el pensamiento que emana del flujo de
conciencia entre en él. Es un órgano diseñado por los dioses
específicamente con el propósito de recibir y almacenar el pensamiento
que llega a través del espíritu de tu ser, transformarlo en corriente
eléctrica, amplificarlo, y enviarlo a través del sistema nervioso
central a cada parte de tu cuerpo para que pueda manifestarse en forma
de entendimiento.
En vuestra tecnología, existe lo que se llama receptores de radio,
con dispositivos indicadores que determinan el volumen del sonido y el
megahercio o nivel de frecuencia que se recibe. Bueno, el cerebro es
también un receptor con indicadores, y puede recibir una frecuencia dada
sólo si la parte de tu cerebro designada para albergar dicha frecuencia
ha sido activada.
La capacidad que posee tu cerebro para recibir diferentes frecuencias
de pensamiento, está controlada por un poderoso dispositivo llamado la
glandula pituitaria, que se aloja entre los hemisferios derecho e
izquierdo del cerebro. La pituitaria, que también se llama el séptimo
sello, gobierna tu cerebro. Es responsable de activar las distintas
partes de tu cerebro para recibir y almacenar las diferentes frecuencias
de pensamiento.
Es la puerta que abre tu capacidad para contemplar y razonar con el
pensamiento, relizarlo a través de tu cuerpo, y manifestarlo como
experiencia para un mayor entendimiento.
La pituitaria es una glándula diminuta, pero maravillosa, que muchos
llaman el «tercer ojo», aunque nadie tiene un tercer ojo, pues no hay
sitio para él en tu cabeza. La pituitaria ni siquiera parece un ojo;
parece más bien una pera con una pequeña boca en su punto más estrecho,
en forma similar a un pétalo.
Tu cerebro está gobernado y controlado por las funciones de esta
poderosa glándula a través de un complejo sistema de flujos hormonales.
La pituitaria, que es una glándula endocrina o de secreción interna,
segrega una hormona que fluye por el cerebro hasta la boca de la pineal,
que es otra glándula endocrina situada cerca de la pituitaria, en la
base del cerebelo inferior y encima de la columna vertebral.
La pineal, o sexto sello, es responsable de amplificar las frecuencias de pensamiento para que puedan ser enviadas a través de todo el cuerpo.
La pineal, o sexto sello, es responsable de amplificar las frecuencias de pensamiento para que puedan ser enviadas a través de todo el cuerpo.
El flujo de hormonas que va de la pituitaria a la pineal es lo que
activa las partes de tu cerebro para recibir y albergar las distintas
frecuencias de pensamiento.
Las funciones del cuerpo se mantienen en armonía mediante el flujo de
hormonas que proviene de las glándulas endocrinas y se introduce en el
riego sanguíneo. La pineal es responsable de mantener esta armonía.
Su flujo de hormonas activa todas las demás glándulas para que
segreguen sus hormonas en armonía unas con otras, y crear así lo que se
llama el «equilibrio hormonal». El nivel de este equilibrio está
determinado por las frecuencias de pensamiento colectivo que recibe el
sistema pineal. Cuanto más altas sean las frecuencias de pensamiento,
mayor será el flujo de hormonas a través del cuerpo. También, cuanto más
grandes las frecuencias, más activará la pineal a la pituitaria para
segregar su flujo de hormonas, lo que activa al cerebro para recibir
frecuencias de pensamiento incluso más elevadas.
¿Cómo se cristaliza dentro de tu ser el pensamiento que viene del flujo de conciencia?
Cuando el pensamiento pasa por tu aura, ésta no lo define, o sea, no
juzga o altera dicho pensamiento: deja que llegue ilimitado. Cuando los
propulsores del pensamiento llegan al cerebro, viajan primero hasta el
hemisferio superior izquierdo, donde residen las funciones del intelecto
o razonamiento y se expresa el ego alterado.
Ahora, ¿qué es el ego alterado?
Es el entendimiento obtenido gracias a la experiencia humana que está
almacenado en el alma y que se articula a través de las secciones
encargadas del razonamiento en el cerebro.
Son las actitudes colectivas del Dios-hombre viviendo meramente como
una criatura de supervivencia, en la sombra de la conciencia social. Y
esa visión colectiva rechazará cualquier frecuencia de pensamiento que
no encaje dentro de su seguridad, que no ayude a asegurar la
supervivencia de la entidad.
El ego alterado es la negativa a permitir que todos los pensamientos
sean recibidos y contemplados para una mayor realización dentro del
cuerpo.
Cada frecuencia de pensamiento que el ego alterado permite entrar en
el cerebro, se transforma en corriente eléctrica y se envía a aquella
porción del cerebro que ha sido activada por la pituitaria para albergar
dicha frecuencia. Esta porción del cerebro, entonces, amplifica la
corriente y la envía al sistema pineal.
El sistema pineal gobierna tu sistema nervioso central. Recoge cada
frecuencia de pensamiento que se le ha dado, la amplifica y la impulsa a
través del sistema nervioso central, el cual recorre la columna
vertebral como si fuera una autopista de pensamiento eléctrico. La
corriente eléctrica que procede del sistema pineal fluye a través del
líquido del sistema nervioso central—que es agua— bajando por la
columna, y luego por cada nervio hasta cada una de las células de tu
cuerpo.
Ahora, a través del suministro de sangre, cada célula se alimenta de
un gas derivado de la acción de las enzimas en la ingestión del
alimento. Cuando la corriente eléctrica del pensamiento entra en las
estructuras celulares, lo hace como una chispa de luz. La chispa
enciende la célula, causando que el gas se expanda, lo que permite que
la célula se duplique a sí misma en lo que se llama el proceso de
clonación; le permite crear otra célula para regenerarse a sí misma. De
este modo, la totalidad del cuerpo se alimenta mediante ese solo
pensamiento. Así es como se consolida la vida dentro de las estructuras
moleculares del cuerpo, gracias a los efectos de todos los pensamientos
que te permites recibir en cada momento de tu existencia.
Como el pensamiento alimenta continuamente a cada célula, todo el
cuerpo responde a su impulso eléctrico, la totalidad de tu cuerpo. Es
así como el efecto del pensamiento, experimentado a través de cada
célula, crea un sentimiento, una sensación, una emoción, o lo que se
llama una «sacudída» dentro del cuerpo.
Ese sentimiento es entonces enviado a tu alma donde queda grabado
Tu alma es como una magnífica grabadora, una computadora imparcial
que registra, muy científicamente cada emoción sentida dentro de tu
cuerpo. Cuando te sientes emocional, estás sintiendo un pensamiento que
ha bombardeado la estructura luminosa de tu ser, ha sido aceptado a
través de su cerebro, y fue enviado a través del sistema nervioso
central para producir una sensación en cada célula de tu cuerpo. El alma
entonces graba esa sensación en forma de emoción para usarla como
referencia, lo que se llama memoria.
La memoria no tiene tamaño, es una esencia. No es un recuento visual, es más bien un recuento emocional.
Es la emoción la que crea la imagen visual. El alma no graba figuras o
palabras en su memoria; graba las emociones de dichas imágenes y
palabras.
El alma toma la emoción creada por el pensamiento que ha sido sentido
por todo del cuerpo y busca en sus bancos de memoria una semejanza,
algo que las secciones encargadas del razonamiento en el cerebro —lo que
llamas intelecto— puedan identificar y así seleccionar una palabra con
la cual describir este sentimiento.
Todo lo que puedas describir tiene ciertos sentimientos asociados,
basados en la experiencia. Sabes que la flores una flor gracias a tu
experiencia emocional con ella: has visto, tocado, olido y usado esta
estructura que llamas flor.
Por lo tanto, sientes la flor de cierta manera. Conoces la seda como
tal porque asocias con ella ciertas sensaciones y experiencias
emocionales, y éstas dan lugar al entendimiento que llamas «seda». El
alma ha grabado toda esa información procedente de tus experiencias
emocionales. Por lo tanto, cuando se siente el sentimiento que procede
del pensamiento, el alma lo graba y busca en sus bancos de memoria
sentimientos similares correspondientes a pensamientos experimentados
anteriormente. Entonces envía esa información de vuelta al cerebro para
indicar que el pensamiento se ha cristalizado, entendido en su totalidad
a través del cuerpo.
El pensamiento no se manifiesta simplemente a través del cerebro; se manifiesta en la totalidad de tu cuerpo.
La porción encargada del razonamiento en el cerebro te permite entonces formular una palabra para describir el sentimiento.
¿Cómo se conoce y cristaliza el pensamiento?
Por medio de la emoción. El conocimiento es totalmente un
sentimiento. El pensamiento de cualquier cosa no puede conocerse hasta
que primero se lo siente; entonces tiene una identidad. Conocer un
pensamiento es aceptarlo en tu cerebro y después permitirte sentirlo,
experimentarlo a través de tu cuerpo.
El conocimiento no es la prueba de ninguna cosa; es la certeza emocional de ella.
Una vez tienes el sentimiento dentro de ti, entonces puedes decir: «Lo sé, lo siento. Lo sé».
Dentro de ti, mi amado maestro, yace, en efecto, la puerta a todo el
conocimiento. El fuego que se consume dentro de ti es el mismo fuego que
vibra en cada átomo diminuto, en cada estrella gigante, en cada forma
celular, en todas las cosas que existen. Es el mismo e idéntico fuego.
Tu unidad con toda la vida se realiza a través del principio de la luz.
Pues la luz que da crédito a la emoción en tu alma es la misma luz que
da vida a las flores, a las estrellas y a todo cuanto existe. Así que
dentro de ti posees la capacidad de saber todas las cosas. Saber algo no
es entenderlo a través de la retórica intelectual que está rodeada de
palabras sofisticadas que no significan nada. El saber de la flor se
alcanza en el ser interior a través de los sentimientos. Tú siempre
puedes saber lo que algo está pensando por la frecuencia que emite,
llamada emoción. Si quieres saber alguna cosa, todo lo que tienes que
hacer es sentirla; y siempre estarás absolutamente correcto.
¿Cómo crea el pensamiento las experiencias de tu vida?
La pineal es el sello del conocimiento transformado en manifestación.
Cualquier conocimiento que te permitas recibir se convertirá en una
realidad, primero en tu cuerpo, pues la pineal es responsable de enviar
ese pensamiento en forma de corriente eléctrica por todo el cuerpo, para
que sea registrado como emoción. Cuanto más ilimitado sea el
pensamiento, más veloz y mayor será la frecuencia enviada a través de tu
cuerpo; del mismo modo, mayor será el «subidón»o la «sacudida»
experimentada en el cuerpo.
Ese sentimiento quedará entonces grabado y almacenado en tu alma como una frecuencia determinada.
El sentimiento de cada pensamiento, grabado en tu alma, pasa entonces
a tu aura como una expectativa; y esa expectativa activa la porción
electromagnética de tu campo de luz, para atraer hacia ti —como un imán—
lo que se asemeja a cualquiera que sea el conjunto de actitudes de tu
forma de pensar. Atraerá hacia ti situaciones, cosas, objetos o
entidades que crearán los mismos sentimientos experimentados en tu
cuerpo a raíz de todos tus pensamientos.
¿Por qué?
Para que puedas experimentar tus pensamientos a través de una
realidad tridimensional, adquiriendo así el premio de la experiencia
llamado sabiduría.
¿Cómo se manifiestan tus deseos?
Un deseo no es más que el pensamiento de satisfacción percibido a
través de un objeto, una entidad o un experiencia. (N.T.) En el original
en inglés «high» (elevado),palabra que se usa generalmente para
referirse el estado de euforia que se alcanza por efecto de la droga.
Cualquier pensamiento de satisfacción que te permitas sentir abandona
tu cuerpo a través de tu campo electromagnético, y llega hasta el flujo
de conciencia para atraer hacia ti cualquier cosa que produzca el mismo
sentimiento a partir del deseo que experimentó tu cuerpo. Mientras más
completa e intensamente sientas ese deseo dentro de tu cuerpo, más
completa será su satisfacción.
Y cuanto más sepas con absoluta certeza que tu deseo va a ser
satisfecho, más rápida será su manifestación; pues el conocimiento
absoluto es un pensamiento de alta frecuencia que acrecienta la
expectativa enviada a través del campo áurico, amplificando así tu poder
para manifestar tus deseos.
Tú tienes la capacidad de saber todo lo que hay por saber. Tu cerebro
se diseñó para eso, para que un dios que habitara un plano físico en un
cuerpo físico pudiera experimentar y comprender cualquier dimensión de
Dios que deseara a través de formas tridimensionales. Cualquier
pensamiento que te permitas conocer a través de tu maravilloso receptor,
se convertirá en una realidad experimentada, primero dentro del cuerpo,
y después a través de las condiciones de tu vida. Y cualquier cosa que
desees, tú tienes la capacidad —a través del conocimiento— de
manifestarla en tu vida en un abrir y cerrar de ojos. Así es como creas
el reino de los cielos en la Tierra.
Es una ciencia muy simple. Recuerda: el pensamiento existe; luego se
ve la luz, y ésta se reduce a impulsos eléctricos. Los impulsos
eléctricos son a su vez reducidos y reducidos hasta convertirse en masa y
a través de la masa se reducen para representar el ideal del
pensamiento. La misma verdad opera en el cuerpo. Es pensamiento, luz,
unidad receptora. A partir de la unidad receptora, toma el electrum y lo
transmite a la masa para que ésta pueda comprenderlo a través del
sentimiento. Para manifestar tus deseos, todo lo que tienes que hacer es
sentir cualquier cosa que desees, y el sentimiento regresa al Padre
para satisfacer tus deseos. Eso es todo. ¿Demasiado simple? ¿Lo quieres
más complicado?
Aunque tu cerebro fue diseñado para recibir cada frecuencia de
pensamiento de la mente de Dios, de la totalidad del conocimiento, se
activará para recibir sólo aquellas frecuencias que tú le permitas
recibir. Y de todos los pensamientos maravillosos que bombardean al Dios
que te mantiene unido, el único conocimiento que la mayoría permite
recibir son los pensamientos de baja frecuencia de la conciencia social,
los cuales son muy limitados y enclaustrados, como tú has podido
experimentar bien. Y cuando vives de acuerdo con la conciencia social, y
razonas sólo con las frecuencias que dominan en su pensamiento
limitado, las únicas partes de tu cerebro que se activan son los niveles
superiores izquierdo y derecho del cerebro, y algunas porciones del
cerebelo inferior, que está situado sobre la columna vertebral.
La mayor parte de tu cerebro permanece dormida; no hace nada. Esto
es debido a que rehusas admitir cualquier pensamiento que no concuerde
con el pensamiento limitado de tu familia, tus amigos, la sociedad o el
dogma. No lo dejas entrar. O sea: sólo te permites contemplar y razonar
aquellos pensamientos que serán aceptados por los demás.
Vosotros tenéis un término llamado «mente cerrada».
Bueno, esa es la descripción exacta. Cuando rehusas aventurarte en pensamientos que sobrepasen las fronteras de la conciencia social, hay porciones de tu cerebro que quedan literalmente cerradas a las frecuencias de pensamiento más altas. Esto se debe a que tu glándula pituitaria ha sido activada para abrir su boca sólo un poquito, y por lo tanto, ha puesto en uso sólo aquellas partes de tu cerebro que reciben las frecuencias bajas de la conciencia social.
La única razón por la que alguien es un genio y sabe cosas que tú no sabes, es porque él ha abierto su mente para contemplar las posibilidades, los pensamientos extraordinarios y brillantes que van más allá del pensamiento limitado del hombre. Él se ha permitido considerar y razonar estos pensamientos mientras que tú los has rechazado.
Bueno, esa es la descripción exacta. Cuando rehusas aventurarte en pensamientos que sobrepasen las fronteras de la conciencia social, hay porciones de tu cerebro que quedan literalmente cerradas a las frecuencias de pensamiento más altas. Esto se debe a que tu glándula pituitaria ha sido activada para abrir su boca sólo un poquito, y por lo tanto, ha puesto en uso sólo aquellas partes de tu cerebro que reciben las frecuencias bajas de la conciencia social.
La única razón por la que alguien es un genio y sabe cosas que tú no sabes, es porque él ha abierto su mente para contemplar las posibilidades, los pensamientos extraordinarios y brillantes que van más allá del pensamiento limitado del hombre. Él se ha permitido considerar y razonar estos pensamientos mientras que tú los has rechazado.
Tú eres incapaz de recibirlos porque aún tienes que activar aquellas
secciones de tu cerebro que te capacitan para razonarlos. Entonces, ¿qué
ocurre con los maravillosos pensamientos de entendimiento ilimitado que
continuamente bombardean tu estructura luminosa? Rebotan en tu unidad
receptora y son enviados a través del espíritu de tu ser de vuelta al
río de pensamiento.
Tener la mente cerrada es estar cerrado a la posibilidad de cualquier
cosa que exista fuera de los valores que pueden ser experimentados por
los sentidos de tu cuerpo. Sin embargo, en el reino llamado Dios, nada
es imposible. Si algo se puede concebir o reflexionar, existe; pues
cualquier cosa soñada o imaginada ya es parte del reino de la
existencia. Así es como la totalidad de la creación llegó a existir.
Cada vez que le digas a alguien «es sólo tu imaginación», lo estás
programando para la estupidez y la creatividad limitada. Y eso es, de
hecho, lo que les ocurre a los niños de este plano.
A todos vosotros.
Yo te digo: cualquier cosa a la cual se le permita ser pensada, existe, y todo aquello que te permitas pensar lo experimentarás, ya que tu campo electromágnetico lo atraerá hasta ti.
A todos vosotros.
Yo te digo: cualquier cosa a la cual se le permita ser pensada, existe, y todo aquello que te permitas pensar lo experimentarás, ya que tu campo electromágnetico lo atraerá hasta ti.
¿Sabes?
La atrocidad de poseer una mente cerrada es que ello te impide
conocer la alegría. Te mantiene esclavizado a las ilusiones del hombre.
Te impide conocer tu gloria y la de Dios. Mientras tengas una mente
enclausatrada, y vivas y pienses de acuerdo con la conciencia social,
nunca te aventurarás hacia lo desconocido, ni contemplarás la
posibilidad de realidades más grandiosas por miedo a que ellas
signifiquen cambio. Y ciertamente lo hacen, porque habrá mucho más que
ver, que entender y de lo cual formar parte que lo que había
anteriormente en un mundo ordenado, que vive y muere. Mientras aceptes
sólo los pensamientos limitados que se te han inculcado, nunca activarás
mayores porciones de tu cerebro para recibir y experimentar otros
pensamientos distintos de aquellos con los que te encuentras cara a cara
cada día de tu existencia.
Cada vez que aceptas un pensamiento superior a los que has aceptado
como patrón, ese pensamiento activa otra parte más de tu cerebro para
darle un uso significativo. Cada vez que hagas esto, el pensamiento
superior se ofrecerá como «portador» para extender tu razonamiento a
partir de este punto. Esto activará otras porciones de tu cerebro para
más pensamiento, más recibimiento y más conocimiento. Cuando deseas
experimentar la superconciencia, el pensamiento ilimitado, tu pituitaria
empieza a abrirse y florece como una magnífica flor. Cuanto más se
abre, mayor es el flujo de hormonas, y más se activan las partes
latentes de tu cerebro para recibir las frecuencias más altas de
pensamiento.
¿Sabes?
Ser un genio es muy simple. Todo lo que tienes que hacer es pensar por ti mismo.
El cerebro ha sido un gran misterio que ha dejado perplejos a muchos. Algunos lo extraen para mirarlo y no pueden encontrar nada en él excepto sus fluidos, que son agua. El agua es conductora de la corriente eléctrica
Cuanto más densa es el agua, mayor es la amplificación de la corriente eléctrica que pasa a través de ella. En las porciones latentes de tu cerebro, el fluido es más denso para poder amplificar las frecuencias de pensamiento más altas hasta convertirlas en corrientes eléctricas más potentes y enviarlas a través del cuerpo a mayor velocidad.
El cerebro ha sido un gran misterio que ha dejado perplejos a muchos. Algunos lo extraen para mirarlo y no pueden encontrar nada en él excepto sus fluidos, que son agua. El agua es conductora de la corriente eléctrica
Cuanto más densa es el agua, mayor es la amplificación de la corriente eléctrica que pasa a través de ella. En las porciones latentes de tu cerebro, el fluido es más denso para poder amplificar las frecuencias de pensamiento más altas hasta convertirlas en corrientes eléctricas más potentes y enviarlas a través del cuerpo a mayor velocidad.
Así, cuando permites que más de tus pensamientos se alojen en las
partes latentes del cerebro, tu cuerpo se activa para volverse más
rápido y profundo en sus respuestas. Una vez que la totalidad de tu
cerebro está en uso, puedes hacer cualquier cosa con tu cuerpo. A través
de tu alma
—que está grabando y manteniendo constantemente la emoción de cada pensamiento que recibes—
tu cerebro, con sus impulsos hacia tu cuerpo, puede transformar tu cuerpo de cualquier manera que tus pensamientos determinen que sea.
—que está grabando y manteniendo constantemente la emoción de cada pensamiento que recibes—
tu cerebro, con sus impulsos hacia tu cuerpo, puede transformar tu cuerpo de cualquier manera que tus pensamientos determinen que sea.
¿Sabes que si tu cerebro se usara al máximo de su capacidad, podrías
transtormar tu cuerpo en una chispa de luz en sólo un momento, y tu
cuerpo viviría para siempre? ¿Sabes que tu cerebro tiene la capacidad de
hacer que un miembro crezca de nuevo si lo has perdido?
En un estado de total funcionamiento, tu cerebro tiene la capacidad
de curar completamente tu cuerpo en un espléndido momento, o cambiarlo
físicamente a cualquier ideal que le des.
La totalidad de tu capacidad cerebral es inmensa; sin embargo tú, debido a tu pensamiento limitado, sólo has sido capaz de usar un tercio de ella.
La totalidad de tu capacidad cerebral es inmensa; sin embargo tú, debido a tu pensamiento limitado, sólo has sido capaz de usar un tercio de ella.
¿Para qué crees que es el resto? ¿Para llenar un hueco?
Tu cuerpo se mantiene de acuerdo con tu cerebro y tu pensamiento
colectivo, pues cada pensamiento que permites que entre en tu cerebro
electrifica y alimenta cada célula de tu cuerpo. Sin embargo, desde que
eras un niño y podías razonar en la conciencia social, aceptaste la
programación de que debías crecer, hacerte viejo, y luego morir.
Fue así, al aceptar ese pensamiento, como empezaste a degradar la fuerza vital dentro de tu cuerpo, porque el pensamiento de envejecimiento envía una chispa eléctrica de frecuencia baja o lenta a cada estructura celular. Cuanto menor sea la velocidad, mayor será la pérdida de agilidad dentro del cuerpo, pues disminuirá la capacidad del cuerpo de rejuvenecer y restaurarse a sí mismo. De esta manera, se da lugar al envejecimiento, y en última instancia, a la muerte del cuerpo. Sin embargo, si te permitieras recibir continuamente frecuencias de pensamiento más altas, enviarías corrientes eléctricas más rápidas y más poderosas por todo tu cuerpo, y éste permanecería para siempre en el momento, y de este modo, nunca avanzaría su edad ni moriría.
Pero todos aquí saben que van a envejecer y morir, así que, lentamente, la corriente disminuye más y más.
Aquellas partes de tu cerebro que aún no han sido activadas, tienen la capacidad, con sólo saberlo, de reconstruir cualquier parte dañada de tu cuerpo, sea lo que sea. En el momento en el que sabes que tu cuerpo puede curarse a sí mismo, ese pensamiento envía una chispa mayor, a través del sistema nervioso central, hacia la parte dañada, lo que causará que el factor de ADN dentro de cada célula se duplique y reconstruya la célula perfectamente. ¡Perfectamente!
Fue así, al aceptar ese pensamiento, como empezaste a degradar la fuerza vital dentro de tu cuerpo, porque el pensamiento de envejecimiento envía una chispa eléctrica de frecuencia baja o lenta a cada estructura celular. Cuanto menor sea la velocidad, mayor será la pérdida de agilidad dentro del cuerpo, pues disminuirá la capacidad del cuerpo de rejuvenecer y restaurarse a sí mismo. De esta manera, se da lugar al envejecimiento, y en última instancia, a la muerte del cuerpo. Sin embargo, si te permitieras recibir continuamente frecuencias de pensamiento más altas, enviarías corrientes eléctricas más rápidas y más poderosas por todo tu cuerpo, y éste permanecería para siempre en el momento, y de este modo, nunca avanzaría su edad ni moriría.
Pero todos aquí saben que van a envejecer y morir, así que, lentamente, la corriente disminuye más y más.
Aquellas partes de tu cerebro que aún no han sido activadas, tienen la capacidad, con sólo saberlo, de reconstruir cualquier parte dañada de tu cuerpo, sea lo que sea. En el momento en el que sabes que tu cuerpo puede curarse a sí mismo, ese pensamiento envía una chispa mayor, a través del sistema nervioso central, hacia la parte dañada, lo que causará que el factor de ADN dentro de cada célula se duplique y reconstruya la célula perfectamente. ¡Perfectamente!
¿Crees que esto es milagroso?
Así debería ser, y así es.
Tú crees que la única manera de curar tu cuerpo es por medio de
doctores y medicinas. Y todo esto funciona porque tú crees que funciona.
También se te ha dicho —y lo crees— que no podrías hacerlo por ti
mismo, y por eso no puedes, porque este saber interior está presente.
Sin embargo, hay entidades que han ido en busca de curanderos sabiendo
que lo que iban a oír sería una verdad absoluta; y al saberlo, se
convirtió en verdad absoluta dentro de su cuerpo; y así, se curaron en
un momento. Eso es lo que hace el saber interior, y puede cambiar tu
cuerpo de la manera que tú quieras.
Tú tienes la capacidad de ser ilimitado, incluso en el movimiento de tu cuerpo,
porque fue diseñado para que así fuera.
Tú tienes la capacidad de ser ilimitado, incluso en el movimiento de tu cuerpo,
porque fue diseñado para que así fuera.
Cada momento de tu
existencia, estés dormido o despierto, consciente o inconsciente, estás
continuamente recibiendo pensamiento de la mente de Dios.
textos extraídos de
EL LIBRO BLANCO ( RAMTHA )
EL LIBRO BLANCO ( RAMTHA )
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